Los jóvenes tienen un nicho que atender / John Tello Jara
En la década de los 70 mi madre me envío a realizar un depósito de 20,00 sucres en una Cooperativa de Ahorro y Crédito que se ubicaba cerca del mercado modelo; hice una pequeña fila y luego de llenar la papeleta correspondiente, entregué al receptor del documento la libreta y el dinero; los tomó y recuerdo que lo llenó a mano y me entregó. La libreta con el registro “a mano” era el único documento que garantizaba que la transacción se llevó a cabo y si para mala suerte se perdía, realmente nos encontrábamos en fuertes aprietos.
El avance de la tecnología permite hoy en día, realizar transacciones bancarias desde nuestra casa, tan solo tomamos la laptop, ingresamos nuestra clave y podemos ocupar varios servicios que requiramos en diferentes áreas.
Refiero este particular por una tendencia muy importante que detecto en pequeños y medianos negocios a los cuales capacito en diversas áreas; ¡es que necesito un programa que permita calcular los costos de producción! pero en el esquema que produzco las camisas que maquilo, la materia prima y los insumos son diferentes a los de la competencia me decía Carlos y quisiera desde mi Smartphone controlar los valores mientras viajo, he buscado en el mercado y no encuentro un programa que se adapte a mi necesidad.
Así como este empresario, existen varios de diversas empresas, que producen, comercializan o brindan servicios y requieren programas que se adapten a sus necesidades con el objeto de reducir costos y ser efectivos.
La tecnología ya no es solo cosa de los jóvenes denominados “milenios”, pues podemos ver que personas de la tercera edad tienen teléfonos inteligentes y, que, a más de llamar a su familia, también están en el celular, entreteniéndose, pidiendo productos, realizando transferencias, buscando medicinas, sacando turnos para citas médicas.
La tendencia que depara nuestra existencia en el planeta cada vez se acerca a un mundo en donde la investigación y los nuevos productos tecnológicos están avanzando a pasos agigantados y es nuestro deber prepararnos para sortear este esquema y mucho mejor ofertar nuestros propios programas. (O)