Av. Cevallos: Pasaron de lo comercial a la intranquilidad
Por primera ocasión, la rutina comercial de la avenida Cevallos se apagó, frente a las disposiciones de cero movilidad y prevención sanitaria ante la propagación del Covid-19 en el mundo.
Algunos propietarios de locales comerciales señalaron que vivían de la venta diaria. “Nosotros tenemos un local de zapatillas y lo que vendemos a diario nos ayuda para pagar el arriendo y las deudas. Ahora es tiempo de unirnos y seguir adelante”, comentó Patricio Montalvo, comerciante.
La arrendataria Etelvina Armijos, comentó que vive en la avenida Cevallos y Espejo hace más de 30 años y nunca había experimentado una situación similar. “Nosotros vivimos del arriendo de dos locales y ahora no sabemos qué va a pasar, ya que nuestros vecinos no están atendiendo. Tendremos que ser solidarios, pero hay que considerar que nosotros también vivimos de esto”, dijo.
Rosa Cevallos, quien tiene 87 años de edad y mantiene una vivienda en la avenida Cevallos y Tomás Sevilla, todo este tiempo ha vivido del arriendo de un pequeño local que mantiene en la parte baja de la casa. “Este arriendo me sirve para adquirir alimentos y los productos de primera necesidad, pero mis vecinos no salen a trabajar. Esto nos afecta a todos”, expresó.
Agregó que nunca había experimentado esta situación y peor aún el nulo funcionamiento de locales, considerando que Ambato es una ciudad netamente comercial y el centro de producción del país.
En la avenida Cevallos existirán aproximadamente cuatro mil locales comerciales a las que se unen oficinas y arrendatarios.
“Nosotros tenemos que acogernos a las disposiciones, ya que esto nos afecta a todos. Lo que más interesa es la salud y luego vendrán las comodidades para pagar las deudas o para pagar los arriendos”, señaló Hugo Freire, comerciante.
La Policía Nacional y los agentes de control Municipal se mantiene en el trayecto de la Cevallos para evitar la concentración de ciudadanos, considerando que todos los locales a excepción de farmacias y quienes expendan productos de primera necesidad pueden abrir sus puertas tomando las medidas preventivas sanitarias. (I)