Pobreza y salud / Editorial
En fines de semana, se puede observar en la zona céntrica de la urbe ambateña, un incremento de indigentes que, ante la falta de automóviles y transeúntes, su presencia se ha vuelto notoria, ya que, en un día normal de trabajo, no se los visibilizaba a plenitud.
Sobre todo, en la avenida Cevallos, personas que salen de sus casas a realizar compras, han comentado que son recurrentes los ciudadanos que llegan para pedir caridad y limosna; algunos son tranquilos otros son agresivos, lo que ha generado miedo y temor.
Es lamentable ver que, la mayoría de esta gente pobre, sea joven. Chicos que no llegan ni a los 25 años de edad, se han perdido en el uso de sustancias y químicos estupefacientes, mostrando la triste realidad de estos jóvenes que, algunos, no todos, piden dinero con el fin de seguir drogándose más que ir a comer.
La pobreza en Ecuador ha hecho que la gente de escasos recursos deba salir de sus hogares para vender y algo subsistir; muchos viven del día a día. Por lo que en ciudades con más índice de pobreza como es Guayaquil, es evidente que exista un incremento no solo de casos positivos de Covid – 19, sino de distintos problemas de salud, por la falta de servicios básicos, porque el ciudadano con el ánimo de trabajar y traer un pan, se arriesga a presentar algún tipo de quebranto en la salud, a causa de su situación económica. (O)