Empresas con serias dificultades económicas

Ciudad
Con el pasar de los días los puestos de trabajo disminuyen lo que incrementa el desempleo. (Foto El Heraldo)

El gerente de la Ensambladora CIAUTO, Pietro Pilo Pais, dejó entrever su alarma por la gravedad de la situación económica que crecerá con la ampliación de la vigencia del semáforo en rojo. 

Con el respaldo de diferentes gremios productivos presentaron al COE Nacional una propuesta de protocolo técnicamente elaborado para retornar a las labores con seguridad, dijo.

Sin embargo, se lamentó que este planteamiento haya sido rechazado por el alcalde de Ambato, a pesar que en otras ciudades como Guayaquil se aceptó tomando en consideración en que la población siente la necesidad de regresar a producir, pues no tiene dinero para sobrevivir.

«Nosotros no queremos despedir gente ni tampoco dejarles en la desocupación, pero la inacción del Gobierno Nacional y de los gobiernos locales están llevando a una situación impensable», sostuvo.

Lo que más le intranquiliza es que no solo esta paralización perjudica a las pequeñas y medianas, sino a las grandes industrias que están siendo llevadas a una posible desaparición.

En este punto, recordó que nueve de cada 10 personas en Ambato laboran en el sector privado. Esto refleja la incidencia que tiene estar paralizados y los riesgos implícitos.

Similar inquietud expresó el expresidente de la Cámara de Industrias de Tungurahua, Santiago Vargas, quien anunció que los despidos de empleados continuarán mientras en la provincia se mantenga el semáforo en rojo.

No concibe que las autoridades no tomen una decisión aún conociendo por ejemplo que la informalidad se ha tomado los espacios públicos y no hay un control efectivo de la ciudad.

«Las circunstancias económicas están ahorcando a todos los sectores productivos», recalcó.

Insistió en que las empresas no disponen hoy de recursos para pagar un mes más de sueldos y cumplir obligaciones de diversa índole.

Criticó que se haya extendido el semáforo, ya que implicará adoptar medidas más drásticas, esto es reducir personal. 

«Las industrias grandes ya no tenemos recursos. No hay ventas ni recuperación de cartera. A esto se añade que ninguna de las entidades públicas brinda un apoyo real», puntualizó Vargas. (I)

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