La solución mágica de la educación virtual. 2020 / Pedro Reino
Creo que viví la edad de los dinosaurios en el ejercicio académico. Ahora todo pasa a ser “virtual”. Todo se va a solucionar vía internet. En todas partes hay internet y gratis. Profesores y alumnos ya estamos preparados. Los pregoneros de la “Sociedad del Conocimiento” ahora están frente a frente con la realidad. En el pasado, o sea en el mío por lo menos, discutíamos con las vacas sagradas en persona, o sea con esas que hasta ahora no han cambiado el discurso de la manipulación y el acomodo. Creo que ahora hasta estos dinosaurios solo son vapores, “ideas gaseosas” que se esfuman si se va la red. Ahora, desde la plataforma sin contacto, ya han salido las disposiciones para que el trabajo de la peonada sea cumplida. Caso contrario quedará descalificado y sin trabajo.
Veamos desde cuándo estuvieron tras esta fantástica oportunidad: “1.- Nosotros, los representantes de los pueblos del mundo, reunidos en Ginebra del 10 al 12 de diciembre de 2003 con motivo de la primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de construir una sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida, sobre la base de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y respetando plenamente y defendiendo la Declaración de los Derechos Humanos.
2.- Nuestro desafío es encausar el potencial de la tecnología de la información y la comunicación para promover los objetivos de desarrollo de la DECLARACIÓN DEL MILENIO, a saber, erradicar la pobreza extrema y el hambre, instaurar la enseñanza primaria universal, promover la igualdad del género humano y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar asociaciones mundiales para el desarrollo que permitan forjar un mundo más pacífico, justo y próspero”. (ONU, Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, p. 5)
¿Qué más queremos si ya hace 17 años nos arreglaron el mundo y nos proyectaron para todo el milenio? En casi 20 años ya casi toda la información de nuestra realidad nacional y de nuestra cultura debe estar digitalizada y al alcance de todos. Con tanta información ya debe estar solucionada el hambre, erradicada la pobreza extrema y ya debemos tener conciencia de la igualdad del género humano. Todas estas tareas ya deben haber estado en las plataformas universitarias. Ahora vemos que nuestras universidades ya han tomado iniciativas científicas y académicas para llevarnos a todos a la sociedad del conocimiento. Ya está garantizada la sostenibilidad del medio ambiente. Vivimos en un mundo más pacífico, justo y próspero.
Revisen los discursos universitarios de quienes eran devotos de esta “sociedad del conocimiento” y se darán cuenta que utilizaron de plataforma para enraizarse en el poder y vivir de autoridades conociendo el mundo y trayéndonos a la parcela el mensaje que dejaba boquiabiertos a los aduladores de consignas. No sufran porque van a demostrar en la práctica tanta preparación y tanta experiencia, que da pena quedarnos sin genios.