Pandemia Mina De Oro / Fabricio Dávila espinoza

Columnistas, Opinión


La pandemia que acorrala al mundo se ha convertido al mismo tiempo en una mina de oro para los funcionarios de varios países latinoamericanos. Cada día aparecen nuevas irregularidades en los procesos de compra de ventiladores, bolsas para cadáveres, ropa de bioseguridad, alimentos, ambulancias, mascarillas,… para hacerle frente a la propagación del Covid-19.

Los insumos médicos y otros bienes multiplican inexplicablemente su valor convencional. En territorio ecuatoriano, el Gobierno no puede ocultar más la verdad. Uno de tantos casos se refiere a la orden de compra 0004174, realizada por el Hospital la Policía de Guayaquil. Este centro médico adquirió 400 bolsas para cadáveres a 130 dólares, cuando es posible conseguir este insumo por menos de 20 dólares. el Hospital General Guasmo Sur, las mismas bolsas costaron 145 dólares.

México compró el “ventilador más caro del mundo», que habría costado cerca de 63.000 dólares. La organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad asegura que su gobierno habría pagado por otros ventiladores con las mismas características hasta un 85% menos.

Colombia no está lejos de estos casos de putrefacción delictiva. La propia secretaría de Transparencia de la Presidencia llamó la atención a los gobernadores para que redoblen la vigilancia en la celebración de contratos durante la emergencia. En total, están abiertos 43 procesos disciplinarios y 70 indagaciones por corrupción.

Centroamérica, territorio donde más de la mitad de sus habitantes viven en situación de pobreza, tiene a las fiscalías de Panamá, Honduras y Guatemala (respectivamente) investigando supuestos casos de corrupción en compras de insumos para enfrentar la crisis del COVID-19.

En el sur la situación no es diferente. El ministro de salud de Bolivia fue acusado de comprar respiradores con recargo. Los equipos habrían costado 27.000 dólares cada uno. La denuncia que llevó al funcionario a continuar la cuarentena en la cárcel afirma que el país pagó tres veces más su valor real.

América latina, un territorio hermanado por la cultura y el idioma, en su gran mayoría de habitantes, hoy levanta la voz para decir a sus gobiernos: La pandemia no es una mina de oro, no roben más. Los ecuatorianos esperan que el cierre de la Secretaría Anticorrupción de un gobierno bastante corrupto no sea sólo un saludo a la bandera más. (O)

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