Industria textil y cuero / Editorial
La reactivación económica de ferias es indispensable para el desarrollo social de habitantes que viven en parroquias. La reapertura de curtiembres que, ante la pandemia, cerraron por la poca demanda de compra y venta de productos como es el cuero, ha vuelto a despegar progresivamente.
Un caso cercano es la reapertura de la feria del cuero de Quisapincha que, por años, ha sido una vitrina importante para dar a conocer diseños de correas, zapatos, chompas, carteras, entre otros, elaborados 100 % de cuero, adquiridos por compradores locales y extranjeros.
En esta parroquia, existen curtiembres importantes que, no solo confeccionan para el ámbito local, sino a nivel internacional, donde la exportación e importación de materia prima, sin duda, genera una rentabilidad significativa para empresarios de estos negocios que esperan levantarse y facturar nuevamente pedidos de otras partes del mundo.
Cantones como Cevallos y Pelileo, en cierto modo, viven de la confección de prendas de vestir, desde calzado de cuero, así como pantalones de tipo jean, que son solicitados por ciudadanos.
No obstante, por la pandemia, ciertas industrias, fueron golpeadas por la cuarentena y, en la actualidad, esperan volver a posicionarse en esta dinámica laboral que, así como da trabajo a cientos de personas; lastimosamente, les ha tocado bajar personal, por motivos de liquidez y ahorro. (O)