Las oraciones de Paulina fueron escuchadas
El mayor temor que tenía Rosa Paulina Quilotoa de 34 años de edad, se ha ido. Le preocupaba que sus cinco hijos en edad escolar se queden sin estudiar.
Rosa Paulina habita en Calgua Grande, parroquia Atahualpa y en julio alumbró a trillizos. Ella ya era madre de cinco niños de 16, 14, 10, 8 y 6 años, quienes no podían estudiar porque los recursos no le permitían adquirir objetos tecnológicos a esto se sumaba que también contaba con red de Internet.
A los pocos días que El Heraldo hizo conocer su historia y preocupación, no se hicieron esperar las manos solidarias. Personal de la Policía Comunitaria acudió con víveres y ropa para los trillizos. Además, les acondicionaron espacios como literas para que puedan estar más cómodos en la vivienda.
De igual manera, Ángela Fonseca en representación de la Unión Nacional de Periodistas de Tungurahua (UNP-T), llevó enseres para la familia. Mientras que, de la empresa privada, como Kullki Wasi entregaron una computadora, pañales y más víveres para la familia.
También les donaron tabletas donde ahora los niños pueden recibir sus clases virtuales. Rosa Paulina mencionó que sus oraciones fueron escuchadas y agradece con un ‘Dios les pague’ a todos quienes les han dado la mano en estos momentos de emergencia. (I)