Se regocijan con la Señora del Rosario
El templo de estilo gótico se impone en la ciudad ‘Pedacito de Cielo’. Es la Basílica construida con piedras volcánicas negra y rojiza, culminada en 1929 y que encierra historia, cultura y devoción.
Observarla desde afuera, el paisaje hechiza porque está rodeada de montañas, cascadas y sus dos torres parecen alcanzar las nubes. Dentro del templo se respira paz y además parece una exposición cultural.
En las paredes están colocados murales con cada uno de los milagros que ha concedido la matrona la Señora del Rosario de Agua Santa, en especial a los relacionados con la erupción del volcán Tungurahua en los últimos 400 años.
La construcción se tardó casi 40 años, guiados por la divinidad de la matrona del cantón.
En Baños, los devotos de la virgen, aseguran que siempre los ha protegido. El templo ha servido de refugio desde la época de las erupciones y también para las decenas de feligreses que acuden a pedir por milagros o a agradecer por los favores recibidos, aún más en tiempos de pandemia.
José Cortés Rincón es un creyente católico que arribó desde Lago Agrio junto a cuatro integrantes de su familia para recorrer la basílica y también pedir por la salud.
El papa Pio XXII declaró a la virgen como la patrona principal de las misiones del Oriente ecuatoriano. La virgen fue adoptada como matrona de Baños cuando se les apareció en cielo con dos ángeles y descendió a una cascada en el sitio donde ahora está la Basílica. (I)