El beso de Mickey / Esteban Torres Cobo

Columnistas, Opinión

No se trata del beso paternal de Mickey a Rocky cuando la emoción rebosaba en las películas del boxeador de la calle, que quizás es lo primero que se nos viene a la mente a los de una cierta generación. Se trata del beso romántico de Mickey Mouse, el ratón de siempre y el ícono de Disney.

Para quienes experimentamos estos momentos una increíble y afortunada paternidad primeriza en pandemia, el agotamiento es la tarjeta roja que suele aparecer cuando, incluso siendo jóvenes, no logramos seguir el paso de los hijos. Simplemente faltan las fuerzas para obrar de guardaespaldas de los niños que están a punto de caminar y para ejercer como porteros con cada enchufe en las paredes bajas.

Por eso, y sin que la tónica general del día sea la televisión sino apenas unos minutos, ver los capítulos cortos de Mickey Mouse y sus amigos ayudan a la distracción de todos. Y de paso, recuerdan como eran y son todavía, gracias a Dios, los buenos dibujos animados que se veían antes. Con clase y sanos. Paquete en el incluyo a Tom y Jerry y a Bugs Bunny, que no se han vuelto a ver hasta ahora. De la nefasta Peppa Pig no sé nada ni quiero saber en los días que me queden de vida. Les imploro.

Lo curioso de los capítulos cortos de Mickey Mouse es que quizás, y ojos de un censor de lo políticamente correcto y de la diversidad a rajatabla de las peras y las chirimoyas, hay estereotipos que están tostando el cerebro de los niños y que vale la pena prohibir y controlar.

Mickey Mouse siempre termina sus capítulos como el héroe divertido y con un beso en la boca de su amada Minnie Mouse. Cuando está en París, en Tokio o en Nueva York. Luego de sortear los problemas y los villanos, siempre el romántico beso. El pato Donald no siempre sigue la misma suerte pero la bella Daysi, guapa y arreglada al máximo, está a su lado. Mickey y Donald siempre están caracterizados como personajes masculinos y las dos siempre como personajes femeninos, incluso con sus tradicionales faldas.

¿No sería esta serie digna de la censura, la clausura y la proscripción eterna en este mundo tan tonto y vacuo que vivimos? ¿Por qué Disney no ha incluido en las aventuras de Mickey a un cocodrilo homosexual o a una pareja de gatas lesbianas? ¿Por qué solo hay besos entre Mickey y Minnie y no con Donald también? ¡Diversidad! ¡Estereotipos! ¡Sexismo! Creo que es hora de terminar con Mickey Mouse. Esto es indignante. (O)

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