Al rescate de juegos ancestrales
Los jóvenes de pueblos indígenas de Tungurahua sumaron esfuerzos para realizar los I Juegos ancestrales y autóctonos de los Pueblos de Tungurahua en la comunidad de Chilkapamba en Salasaka, el pasado sábado 28 de noviembre.
Esta actividad fue impulsada por la dirigencia de Juventud de Movimiento Indígena y Campesinos de Tungurahua, según su integrante Edgar Masaquiza.
La finalidad de esta actividad fue rescatar estos tradicionales juegos con los que los niños se divertían y forjaban su infancia.
Dentro de la programación, se inició con la celebración ancestral andina liderada por Mama Gloria Chiliquinga y luego se continuó con el desarrollo de cada una de las disciplinas.
Los jóvenes demostraron sus aptitudes en el manejo del trompo. El origen del trompo es incierto aunque se tiene conocimiento de existencia de peonzas desde el año 4000 a. C., ya que se han encontrado algunos ejemplares, elaborados con arcilla.
Las canicas, es uno de los juego más populares que tenían generaciones anteriores que permitían jugar en grupo. Las canicas no tienen un origen conocido, pero es un juego tradicional muy antiguo. Consiste en dibujar un círculo, el jugador que tenga más canicas en el hoyo (o el jugador que tenga alguna de sus canicas más cerca del hoyo) empieza la segunda parte del juego. Los jugadores siguen en el juego tirando las canicas con un dedo en dirección del hoyo. Es permitido tirar sólo sus propias canicas.
El chanchullo es un juego autóctono de Píllaro que consiste en hacer caer los palitos hasta llenar el tablero.
El caballito, la carretilla, capiroteca, la soga más larga y pelada de papas son actividades que permitían que los niños pasen ocupados en su tiempo libre, antes que la tecnología se considerara como un pasatiempo. (I)