Unidos por la sanidad animal
Agrocalidad, como agencia de control ha mantenido reuniones y capacitaciones con los diferentes involucrados en la cadena cárnica para que cumplan lo estipulado en la resolución 123.
“Antes de la resolución controlábamos todo lo que tiene que ver con las guías de remisión que salían de estos centros de faenamiento para verificar que estos productos vengan de lugares certificados. Ahora, los diferentes GADs municipales, parroquiales y autoridades locales también son responsables de controlar”, destacó Espartaco Altuna, responsable de la Unidad De Gestión de Inocuidad de Alimentos de Agrocalidad en Tungurahua.
En el tema de restricciones sanitarias, los municipios tienen potestad en cuanto a sus ordenanzas municipales y deben ejecutar metodologías de verificación de aptitud para consumo humano.
Además, esta resolución menciona en el numeral nueve, literal ‘h’ que, en los centros de abastecimiento de alimentos público es responsabilidad de los administradores, organizador, responsables de funcionamiento o de quienes establezcan y perciban los valores de ocupación de este espacio dentro de estos centros; el control y verificación de la procedencia de los productos y subproductos cárnicos.
Esto significa que, tienen la obligación de exigir la certificación sanitaria de origen y movilización, y su concordancia con lo movilizado, porque ellos son los responsables de los productos y subproductos que ingresan a dichos establecimientos. Hacer caso omiso y no ejecutar dichos controles serán sancionados conforme a lo establecido por la Ley Orgánica de Sanidad Agropecuaria.
Por su parte, Eduardo Crespo, administrador del Mercado América mencionó que en la semana anterior tuvieron reuniones con personal de Agrocalidad para conocer estos temas. “Hablamos de los controles que se mantiene con Agrocalidad, Camal y Red de Plazas de Mercado con la finalidad de garantizar la inocuidad de este alimento”, agregó.
Agrocalidad, como centro de regulación Fito Zoosanitario, en la coordinación de inocuidad de los alimentos, también se trabaja con la resolución 247 que contiene los manuales para la acreditación de centros de faenamiento autorizados bajo la inspección oficial Mabio de especies mayores y artesanales de aves.
Rosa Lascano, veterinaria del camal de Pelileo, explicó que la certificación Mabio controla que las instalaciones y el manejo a los animales se cumpla y la resolución 123 permite saber el origen del animal faenado.
“A cada animal faenado se le asigna un código especial en el matadero certificado para verificar que el animal ha sido faenado en ese centro”, destacó. (I)
