El calor del dinero público / Luis Fernando Torres
El 2020 el gobierno de los Estados Unidos inyectó en la economía 2,6 trillones de dólares para compensar el golpe provocado por la pandemia sobre los negocios. Alrededor de 45.000 dólares recibieron las familias de estratos bajos de esos recursos y de otras transferencias gubernamentales.
El nuevo presidente Biden impulsa en el Congreso la aprobación de un nuevo paquete de ayudas de 1,9 trillones, con lo cual simplemente crecería la deuda pública con dos efectos perversos para la economía de la gente: alza de precios y altas tasas de interés.
En efecto, los estímulos fiscales y la excesiva oferta de dinero de los paquetes de ayuda de casi 4 trillones serían la causa directa para que suban los precios y las tasas de interés, debido a que la capacidad de producción doméstica se encuentra a bajas revoluciones y no habría una respuesta en materia de producción.
Lo interesante es que sin contar con esos paquetes de ayuda la economía estadounidense podría crecer 4,2% el 2021. Inclusive, el año anterior se pudieron crear 358 mil nuevos empleos frente a los 498 mil que se perdieron en el sector de la hospitalidad. Y de los 22 millones que se perdieron en todos los sectores ya se han recuperado al menos 16 millones.
Es probable que el estímulo monetario de la maquinaria estatal recaliente la economía y, en lugar de generar beneficios, provoque serios daños a la estructura económica.
En Ecuador ese riesgo no existe. No se pueden imprimir dólares ni entregar estímulos en la dimensión de los paquetes estadounidenses. Tan deprimida está la economía nacional que los precios no tienen posibilidad de subir y el alza de las tasas de interés está ligada al riesgo país. (O)