Voto próspero / Editorial
Ecuador vive hoy una nueva edición de elecciones para candidatos presidenciales y asambleístas que tendrán la obligación y responsabilidad de gobernar con transparencia y honestidad nuestra patria ecuatoriana.
Hoy, sin duda, independientemente, debemos, hasta el último momento, analizar el voto, mismo que será destinado para que, nuestros nuevos gobernantes, tengan esa convicción de cambio positivo para este país que necesita otro rumbo, sea político, económico y sociocultural.
La acción de votar representa más que un trámite burocrático por tener una papeleta física por motivos de trámites públicos; el voto estudiado de personas maduras que pagan impuestos y laboran en el sector público y privado, siendo mayores de edad, les obliga a tener un gobernante preparado con ideales de progreso para tener facilidad de crecimiento laboral.
Si los jóvenes que tienen el voto facultativo, pueden aportar para un nuevo futuro de el estado ecuatoriano, háganlo con ese fin de análisis crítico y constructivo y más no por una obligación de terceros. Hoy más que nunca, las urnas deben acoger el voto de una nueva esperanza. (O)