Votar con resiliencia / Edison Narváez Z.
Nos aprestamos a reconstruir nuestro país; así he querido iniciar este artículo, porque el día de hoy los ecuatorianos estamos llamados a votar responsablemente, por amor a nuestros hijos, quienes heredarán una patria digna, encausada por un sendero democrático en donde se pueda trabajar con decencia y envejecer con dignidad.
En medio de la crisis y al calor de la campaña hemos escuchado cientos de propuestas que seducen la emoción del pueblo y dejan poco espacio para la reflexión. Propuestas que no se han dicho como se las van a alcanzar, convirtiéndose en simples enunciados populistas.
Se ha planteado un mega plan de vacunación a 12 millones de personas en cuatro meses, se ha dicho que se dará un salario básico a familias desprotegidas, se promete tres millones de empleos, otro candidato alegremente ha ofrecido 1.000 dólares a un millón de familias, se planea bajar el IVA al 8%… ¡Pamplinas! Todas son propuestas demagógicas y populistas de carácter clientelar; porque mientras no se equilibre el déficit fiscal y se reduzca el riesgo país no se podrá atraer inversión para dinamizar nuestra alicaída economía.
Ya vivimos (sobrevivido mejor) una década de populismo que tanto daño hizo al país, y nos quieren seguir engañando con esta verborrea que induce a los más pobres a vender su dignidad por migajas y dadivas.
El gobierno que elijamos deberá enfrentar el incremento de la pobreza (según el Banco Mundial el 43% de los ecuatorianos son pobres); así mismo recibirá un déficit fiscal de $6.000 millones, si a esto se le suman las obligaciones que debe cumplir el país en el 2021 con Multilaterales y CETES (Certificados de Tesorería) las necesidades de liquidez se incrementan entonces con que dinero se cumplirán las promesas de los populistas.
El País necesita abrirse al mundo, recuperar la inversión privada para generar empleo y crecer; no se puede pretender utilizar las reservas del Banco Central ($6.591 millones) para el gasto público, simplemente porque no tiene ni para cubrir el encaje del sistema financiero que por ley mantiene en el Central ($7.909 millones). Además, ese dinero es de los mismos depositantes. Tomarlo sería generar un riesgo sistémico y atentar contra la dolarización.
La salida (preferida por los populistas) para financiar el déficit fiscal es la emisión monetaria es decir volver a la inflación que afecta a los más pobres porque se reduce su poder de compra, véanse en el espejo de Venezuela.
Votemos con resiliencia, sin fanatismos. La economía nacional necesita gobernantes serios que construyan empresas sostenibles y rentables que generen empleo y riqueza, no necesita lideres caudillistas y autoritarios que confrontan con todo el mundo, crean empresas públicas y después irresponsablemente las dejen quebrar como los Ferrocarriles y Correos del Ecuador…. Votemos con Resiliencia por un candidato que defienda la democracia para poder trabajar con libertad y progreso.