Promueven turismo en pueblos indígenas

Interculturalidad
Las artesanías forman parte de los atractivos de Salasaka. (Foto El Heraldo)

Pese a la crisis sanitaria en los pueblos indígenas existe optimismo en que uno de las actividades para salir adelante es el turismo. 

Diferentes asociaciones hacen gestiones ante las autoridades para concretar proyectos que contribuyan a que atractivos sigan vigentes y luego que se supere la pandemia se logre el retorno de los turistas.

Un impulsor del turismo comunitario en Salasaka es José Caiza, quien pidió mayor respaldo para cristalizar sinnúmero de propuestas que ayudarían a que la parroquia se convierta en punto obligado de arribo de visitantes.

“El anhelo es contar con ingresos que nos facilitarían salir adelante como pueblo”, dijo.

Los visitantes observarían los procesos de elaboración de artesanías. Además, disfrutarían de hospedaje, alimentación. Conocerían las costumbres y tradiciones de la gente de la parroquia.

La realidad sanitaria no les ha quitado el entusiasmo, porque están seguros que el turismo será a largo plazo el sustento de la mayoría de familias ecuatorianas.

Aspiran a contar con recursos para que las ideas se cristalicen. Es miembro de una Asociación ubicada en la comunidad Patuloma. La unidad de sus miembros ha permitido su fortalecimiento.

Salasaka es parroquia del cantón Pelileo de la provincia de Tungurahua. La lengua es el “Runa Shimi” (Kichwa) y el castellano como segunda lengua.

El grupo étnico de los indígenas Salasaka es el más importante de la provincia y ocupan aproximadamente 20 kilómetros cuadrados.

Sobre su origen algunos consideran que son descendientes de antiguos mitimaes procedentes de Bolivia. Otros estudios plantean un parentesco con los Puruháes. Actualmente se considera que su población supera los 10 mil habitantes. Están organizados en alrededor de 18 comunidades.

La vestimenta de los hombres consiste en camisa y pantalón blanco de lienzo, un poncho negro largo y angosto y un sombrero de lana de color blanco adornado con una cinta de color rojo o verde, alpargatas de cabuya o descalzos. 

La mujer utiliza una falda negra, sujeta con fajas y colores follones, fachalina negro con morado, blusa blanca con decoraciones de color morado.

En Salasaka hay construcciones de barro, madera y teja. Está relacionada con mingas, donde los vecinos ayudan y contribuyen con materiales y fuerza de trabajo. (I)

Deja una respuesta