El bachillerato y las universidades / Roberto Camana
Las reformas a la Ley de Educación Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), debe traer inquietudes sobre todo de las universidades, serán quienes reciban a sus futuros estudiantes. Según, los promotores de estas reformas, participaron de este documento padres de familia, alumnos, profesores, agremiaciones de maestros; entre otras, quedando así demostrado el “divorcio” de la educación superior y la educación media.
El tema trascendental de las reformas es la eliminación del Bachillerato General Unificado (BGU) para volver al pasado Bachillerato por especialidades, que a su momento fue una dispersión de ofertas académicas, como físico matemático, sociales, contabilidad, informática, entre otras. De este modo se lograba, que los estudiantes tengan las bases suficientes para la carrera universitaria a seguir.
Tras la eliminación de las especialidades, el Bachillerato Unificado, entró en acción con la finalidad de garantizar la igualdad de todos los bachilleres, con la consigna “que deben saber todas las asignaturas del tronco común físico-química, biología, historia y ciencias sociales, entre otras”. De esta manera habilita para que los estudiantes elijan cualquier área académica de estudios superiores. Pero, ¿las universidades, que bachilleres requieren? Debe hacerse énfasis en el bachillerato por especialidades. Debido, a que los estudiantes al contar con conocimientos específicos, podrían mejorar sus oportunidades de conseguir su primer empleo y no esperen primeramente finalizar su carrera universitaria.
En la actualidad el mundo laboral no exige ser “todólogos”, que en teoría resulta fácil. Pero resultaría mejor que obtengan conocimientos específicos en el bachillerato a tempranas edades, con ello irán afianzando en conjunto su formación universitaria con el ambiente laboral, muy avenido amenos ante la competencia y las oportunidades laborales.
Con conclusión, los dos sistemas, bachillerato unificado y por especialización, tienen sus ventajas y desventajas. Si se decide retornar a las especialidades, es necesario potenciar y mejorar significativamente donde se está fallando y déficit que han generado. (O)