El medio tiempo electoral / Esteban Torres Cobo
La ecuación política de una segunda vuelta no es secreto para nadie. Mientras en la primera se aseguran los votos más duros y fieles, en la segunda se buscan las grandes mayorías y se abre el abanico para encontrar todos los votos posibles. Y aunque eso lo conocen especialmente los políticos, no para todos es posible con la misma efectividad.
Algo así se plantearon los dos finalistas a la Presidencia de la República, pero hasta el momento solo lo está logrando Guillermo Lasso, capitalizando además, y muy bien, el voto que se identificaba como anticorreísta pero que no era patrimonio seguro de ningún candidato. La candidatura de Andrés Araúz, potente por la base fiel correísta, da la sensación de no crecer más y de experimentar un estancamiento que no se sabe si será temporal o permanente hasta el día de la elección, con tendencia a la baja. Y la de Lasso, de subir y recoger esos votos necesarios, precisamente de todos los sectores.
Los efectos del debate tampoco se han hecho esperar. A pesar de un buen arranque de Arauz en la primera parte, su regular desempeño posterior y el encaje pugilístico de Guillermo Lasso con la frase #AndrésNoMientasOtraVez empiezan a mermar la credibilidad y la imagen del candidato correísta. La potencia de la frase y todo su desarrollo postdebate, que en mi opinión parecía riesgosa y pudo causar un efecto contrario, cimienta dudas que son determinantes en el voto indeciso. Funciona muy bien. Además, presenta ante el público la inexperiencia, ligereza y falta de seriedad de Arauz frente a la experiencia de Lasso.
El golpe más fuerte, sin embargo, es la revelación de que Andrés Araúz fue, en efecto, funcionario público en tres de los cuatro años de gestión del presidente Moreno, que pasó casi todo el tiempo fuera de su cargo oficial y en comisión de servicios o licencias, y que, en pleno 2020, recibió alrededor de 27.000 dólares por concepto de compra de renuncia. El dato, que sorprende que se haga público estos momentos cuando debió haber estado en el radar de todos los candidatos presidenciales desde el arranque de campaña, es determinante para la asociación política de Arauz como candidato del continuismo y no como el candidato del cambio.
Solo estos días antes de la elección determinarán lo que finalmente suceda. Los dos candidatos se encuentran en un empate técnico, aunque por primera vez con una ligera ventaja de Guillermo Lasso. Nada está dicho todavía. (O)