Decaer…/ Andrea Manjarrez Ocaña
La juventud te trae buenos amigos que brindan sonrisas y entregan grandes enseñanzas, te permiten engrandecer tu espíritu es decir aportan en tu formación como ser humano y a su vez también eres herramienta de su propio aprendizaje, pero definitivamente siempre existe el otro lado de la moneda aquellas personas sin luz que llegan a tu vida para compartir su sombrío porvenir que además dejan huellas de dolor a su paso. Por ahí escuchamos aquella frase “Dime con quién andas y te diré quién eres”, texto con el que no concuerdo pero de lo que estoy segura es que es preventivo ante diversas situaciones.
La actualidad nos entrega un mundo tan distorsionado y loco donde la malicia está presente constantemente y aquellos monstros citados técnicamente como “drogas”, se encuentran al acecho de cualquier espíritu ingenuo y con hambre de libertad, una libertad provisional, fugaz quizá que llega a tu vida de manera lamentable gracias a esos enemigos disfrazados de amigos que te exponen todos los beneficios de las sustancias estupefacientes, maquillándolos como la realeza de la actualidad, o que el manjar delicioso y codiciado de la modernidad, que triste ver como el mundo y los jóvenes se hunden en un inframundo que los llena de ilusión y paz temporal muy corta pero los convierte en seres inertes frágiles a enfermedades, violencia, muerte.
Desconfía de todo aquel que te ofrezca una solución fácil y banal a los problemas, conviértete en quien dice NO para salvar tu vida, los vicios están necesitados de acogida y no puede permitir que se apoderen de ti. La vida es hermosa, no intentes comprenderla tan solo disfruta de todo lo que te rodea, y sobre todo aleja de la puerta lo negativo pues impide el paso a lo positivo, proyecta siempre triunfar y no Decaer. (O)