La confianza manifestada en la baja de riesgo país / John Tello Jara
Al acercarse a una institución financiera en Ecuador, en mi ciudad Ambato y solicitar un crédito, el cual lo otorgan a cuatro años plazo a una tasa de interés del 17% (alto para estar dolarizados), sin embargo, lo entregan y, resulta que, por cosas del mercado, el dinero no dio los resultados esperados o quebró la empresa, talvez se lo utilizó en pagar otras deudas o simplemente se lo farreó.
Tan solo con declarar a la entidad financiera que no lo va a pagar, de ninguna manera se solucionan los problemas, todo lo contrario, otras entidades ya no lo verán como persona idónea (o empresa apta para prestar dinero) y será difícil arrancar una actividad empresarial.
Al igual que las personas, ocurre con el país; qué sucede cuando el Ecuador no honra sus deudas? pues, no somos sujetos de crédito y si lo conseguimos, es a tasas de interés altas y a tiempos menores.
Pero algo interesante sucedió el fin de semana pasada cuando el riesgo país bajó 345 puntos al conocer los resultados de los comicios electorales, esto debido a la política económica que se pretende aplicar y se traducen en un mayor impulso al sector privado como motor de la dinámica económica, el fomento a la inversión extranjera que el año anterior llegó apenas a USD 200 millones, simplificación tributaria, eficiencia en la gestión pública, bajos aranceles para incentivo de la producción y otras.
Al bajar el riesgo país (que mide la probabilidad de incumplimiento de las obligaciones de una nación debido a factores que van más allá de los riesgos inherentes a un préstamo), automáticamente se abren caminos para conseguir el crecimiento del país con el modelo descrito anteriormente.
Los ciudadanos nos beneficiamos con el riesgo país bajo, ya que, al llegar capitales, estos ingresan a procesos productivos, generación de mano de obra y por supuesto crecimiento económico; sin embargo, tampoco este indicador es la panacea de la economía, ya que se debe impulsar las actividades del agro, la industria, el fortalecimiento de las exportaciones, el control del déficit fiscal entre otros.