La demanda de queso motiva al consumidor motiva al emprendedor / John Tello Jara
La producción mundial de queso se estima llegó a 850 millones de toneladas, siendo Estados Unidos y el continente europeo quienes elaboran más del 75%, básicamente con leche de vaca que representa el 80% de la producción mundial y el restante 20% lo componen los quesos de oveja, cabra y búfalo.
Grandes productores en Europa son Alemania, Francia, Italia, Rusia y, en América, Brasil, Canadá, Argentina y México; en Ecuador por su parte, el consumo per cápita de lácteos es de 90 litros anuales (inferior a la media latinoamericana) y la producción de quesos llegó en 2017 a 36 millones de kilos, siendo la variedad más producida el queso fresco (por sus aportes alimenticios y precio bajo); el 84,3% de los hogares urbanos del ecuador consumen habitualmente quesos, de acuerdo a un estudio del ICEX (España).
Tiempo atrás recuerdo un importante trabajo realizado por unos estudiantes de la Universidad, cuando nos presentaron “el queso de zanahoria” y “el queso de espinaca”, los cuales, desde su presentación, en las formas de su nombre, hasta el color, indicando las bondades que tenían cada uno de ellos, les valió una nota alta por su creatividad.
Seguimos en pandemia, que pena parece que va un tiempo más y, algunas actividades económicas se detuvieron, sin embargo, otras han tomado la posta como el aguacate, la pitahaya, la mora de castilla, los cuyes, que tienen un posicionamiento interesante en el contexto de la producción nacional.
El cuidado de vacas lecheras que proporcione un producto con acidez adecuada y los tratamientos para evitar ciertas enfermedades que alteren el sabor es fundamental para el despegue del negocio; pueden presentarse variedad de quesos acorde a la exigencia del mercado nacional e incluso para la exportación, como son: mozzarella, parmesano, brie, edam, camembert, etc.
Para establecer la empresa debemos considerar costos de producción como, la leche fresca, el cuajo de ternero, la mano de obra, los colaboradores de soporte (capacitación), servicios públicos, depreciación de equipos y la amortización de la deuda si es que se necesitó financiamiento para iniciar el negocio. (O)