Las vacunas entre incentivo y desesperación !!! / Eco. John Tello Jara
Cada vez aumenta las esperanzas de que el COVID 19 pase a la historia como un ingrato recuerdo de esta plaga en la humanidad, si bien la mayoría de personas con esta enfermedad experimentan síntomas leves y moderados recuperándose sin tratamiento especial, se presentan estadísticas referentes al número de contagios en el mundo que llega a los 162 millones con una mortalidad de 3´360.000 habitantes.
Ahora que contamos con diferentes vacunas que van a posibilitar retomar nuestra vida cotidiana, la esperanza debe sintetizarse en trazarnos nuevos objetivos como seres humanos, retomar el vínculo familiar constituido como eje central del progreso y bienestar, proteger la naturaleza buscando planes de sostenibilidad permanentes.
Reducir la brecha entre países desarrollado y subdesarrollado debe ser una meta propuesta por diversos gobiernos, con planes que conlleven el bienestar de los ciudadanos.
Llama la atención que en New York, el alcalde de ese estado, motive a la población a vacunarse de manera gratuita regalando “hamburguesas y papas fritas” a través de una alianza estratégica con una cadena de comida rápida, quienes se han planteado como meta, una vacunación de rebaño (70% de adultos hayan recibido al menos una dosis) hasta el próximo 4 de julio día de su independencia.
Sin embargo, regreso a ver a mi país y evidencio un total de 1´410.000 dosis administradas y de éstas, 304.000 personas completamente vacunadas, con una incidencia de 1,7% y con decenas de adultos mayores que esperan hasta seis horas bajo la intemperie de la naturaleza para recibir la dosis correspondiente.
En nuestro caso vamos a esperar que lleguen las dosis necesarias para ver la posibilidad de vacunación, respetando rangos de edad, enfermedades, personal de primera línea, etc. lo que queremos es que no existan funcionarios que provoquen desorden y que prime la sensatez el instante de realizar el programa de inoculación.
Programa del gobierno entrante debería centrarse en fomentar el área de la salud, no solo con proyectos de infraestructura, sino con programas de investigación científica que permita diagnosticar y buscar alternativas de curación para enfermedades que son propias de nuestra realidad. (O)