Exceso de ahorro / Esteban Torres Cobo
En la teoría económica no existe un concepto que encierre lo que algunos llaman el “exceso de ahorro”. Existe el ahorro o la falta de ahorro, pero jamás el exceso del mismo. Y tener ahorros no puede ser visto como algo negativo. De hecho, es lo óptimo. Tanto a nivel privado como en el ámbito público. Quienes satanizaron el ahorro público, en forma de fondos de liquidez, fueron precisamente los economistas socialistas desde el 2005.
Por eso preocupan las declaraciones de quien será el próximo Ministro de Economía. El futuro ministro argumenta que ahorraron en exceso quienes tuvieron trabajo estable en la pandemia frente a aquellos que no tuvieron trabajo. Y que, por el hecho de ganar más de USD 550 al mes, tendrán que “hacer un esfuerzo”. Esa última expresión no significa más que un “tendrán que pagar más impuestos”. Insólito, en realidad, sino fuera porque la propia formación de quien liderará la carta de economía no es de corte liberal sino más bien socialista. A la francesa. Y que el gobierno para el cual trabajará tuvo en campaña un discurso completamente distinto, de generar riqueza bajando y eliminando impuestos.
Pero profundicemos en lo dicho. ¿Cree usted que el ahorro fue el resultado principal de esta pandemia? ¿Acaso usted, por el hecho de no poder consumir como antes en restaurantes, cines y gimnasios, no tuvo gastos adicionales en esta pandemia, o no vio una disminución de sus ingresos por diversos factores? Quien argumente que la pandemia les generó un exceso de ahorro a los que tuvieron ingresos de más de USD 550 está mintiendo. No conoce la realidad de lo que los ecuatorianos han experimentado en esta crisis económica. No existió tal ahorro. Y, si en casos puntuales existió, sin duda fue aislado y no enriqueció a nadie.
Ahora vamos a lo segundo, ¿cree usted que ganar más de USD 550 al mes ya es motivo para que pague más impuestos de los que paga ahora? En absoluto, no. Y menos en un momento económico que requiere baja y eliminación de impuestos a todos los segmentos. Quien gana poco es impensable que pague más impuestos, pero quien gana mucho tampoco está en la situación de pagar más impuestos. Estos son obtáculos cuando lo que se quiere es invertir para sobrevivir o para crecer. Mal veo que economistas efemeicistas crean que el país no es más que un peón de los acreedores. Con esas recetas se va a quemar el pavo en el horno. (O)