El juez independiente e imparcial / Andrés Jaramillo
El artículo de opinión denominado “No a las mentiras”, publicado en el año 2012 en el diario “El Universo”, dio origen a la denuncia presentada por el expresidente Correa por el delito de “injurias calumniosas graves contra la autoridad”, en contra de los directivos del diario en cuestión.
En sede nacional, los denunciados obtuvieron una sentencia condenatoria, y tras agotar todos los recursos de impugnación procedentes, optaron por llevar el caso a sede internacional. Es así como, más de 8 años después, La Corte Interamericana de Derechos Humanos conoció este caso.
La audiencia se llevó a cabo la semana anterior. Dentro de la misma, se discutieron algunos problemas jurídicos, de los cuales destacan: a) la criminalización del derecho a la libertad de expresión de los medios de comunicación, y b) las garantías del debido proceso en el enjuiciamiento penal.
En esta ocasión, me referiré respecto del segundo tema.
Este caso resulta particularmente controversial por las sospechas de manipulación del sistema de justicia que se levantaron en su debido momento. Resulta que se sospecha que el juez sustanciador no fue quien redactó la sentencia del caso, sino que alguien más realizó esta indelegable tarea, y se la entregó en el flash memory denominado “Chucky Seven”, vulnerando así garantías elementales del debido proceso.
Las garantías de imparcialidad e independencia, se encuentran consagradas en diferentes instrumentos como lo son: La declaración Universal de DDHH, la Convención Americana de Derechos Humanos, la Constitución del Ecuador y el Código Orgánico de la Función judicial. Estas garantías presuponen, que el juez se aproxime al proceso en ausencia de prejuicio respecto de una de las partes, interés personal en la resolución de este, o decida influenciado a por presiones externas.
En ausencia de estas garantías, no podemos hablar de que exista un verdadero proceso, sino una pantomima de este. Por ello, si el escándalo de “Chucky Seven” resulta verdadero, el enjuiciamiento del caso “El Universo” no contó con las garantías de un debido proceso en su esfera de las garantías al juez independiente e imparcial, y el Estado Ecuatoriano debería ser declarado responsable de aquello por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y todo apunta a que así será. (O)