SOS-Salud / Dr. Guillermo Bastidas Tello
Los jóvenes profesionales de la salud de las diferentes Universidades tanto públicas como privadas del Ecuador de las carreras de Enfermería, Odontología y Medicina recientemente incorporados, deben ser motivo de un serio análisis por el Gobierno por cuanto al parecer cada año son vulnerados sus Derechos Humanos y Constitucionales, al no poder ejercer su año RURAL.
En el presente mes de Junio del 2021 fueron convocados alrededor de tres mil profesionales de la salud recién egresados a rendir un examen presencial en las diferentes facultades de las Universidades del país, para lo cual debieron esperar pacientemente porque el sistema se encontraba colapsado, el examen que se denomina EHEP, Examen de Habilitación para el Ejercicio Profesional, examen impuesto por el llamado CACES, Consejo de Aseguramiento para la Calidad de la Educación Superior, con el objetivo de regular, planificar y coordinar el sistema de aseguramiento de la calidad de la Educación Superior con la facultad regulatoria y de gestión, se ha convertido en una especie de comisaría y cernidora de profesionales jóvenes.
Concurrieron miles de egresados de las Universidades a rendir el Examen Evaluatorio para acceder a la Medicatura Rural, que contempla la Atención Primaria en Salud, con centenares de preguntas aleatorias que se encontraban mal formuladas con bibliografías obsoletas de más de 20 años de antigüedad.
Antes se realizaba una nota media de aprobación, que facilitaba al estudiante una nota promedio general, la diferencia es que eliminaron la nota media, ahora radica en que se les ocurrió una brillante idea de imponer una nota mínima aprobatoria de 97 sobre 150 aciertos.
Art. 39.-El Estado garantizará los derechos de las jóvenes y los jóvenes, y promoverá su efectivo ejercicio a través de políticas y programas, instituciones y recursos que aseguren y mantengan de modo permanente su participación e inclusión en todos los ámbitos, en particular en los espacios del poder público. El Estado reconocerá a las jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del país, y les garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre, libertad de expresión y asociación. El Estado fomentará su incorporación al trabajo en condiciones justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo y la promoción de sus habilidades de emprendimiento.
No es posible que se siga atentando con la formación de nuestros jóvenes, de cuando acá una entidad burocrática, sigue evaluando el proceso académico de Centenarias Universidades que han dado al Ecuador, brillantes científicos.
Exigimos del Gobierno, evaluar el accionar de muchas entidades burocráticas que, a pretexto de mejorar la Educación, impiden el desarrollo profesional de los ecuatorianos.
En el Ecuador y en Pandemia es absurdo que se limite que los profesionales formados con el esfuerzo de la sociedad salgan a trabajar o puedan ejercer libremente su profesión que les ha costado sacrificio y hasta lágrimas.