Serie ODS: Objetivo 12 producción y consumo responsables / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión

La producción y consumo responsables resume el objetivo sostenible número 12, propuesto por la Organización de Naciones Unidas para el año 2030 con el fin de garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, en los diferentes países que conforman dicho organismo.

Esto nos lleva a una reflexión sobre los modos de consumo que en general la sociedad actual tiene de los recursos naturales, pues es evidente que no mantiene hábitos saludables para la gente y tampoco existe una preocupación generalizada sobre desarrollar sistemas de producción sostenible.

De hecho, según análisis realizados por la ONU, si la población mundial llegase a alcanzar los 9.600 millones en 2050, se necesitaría el equivalente de casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales precisos para mantener el estilo de vida actual.

Además, hay que tomar en cuenta que menos del 3% del agua del mundo es apta para el consumo humano, de la cual el 2,5% está congelada en la Antártida, el Ártico y los glaciares. Por tanto, la humanidad debe contar con tan solo el 0,5% para todas las necesidades del ecosistema, de la población humana y de agua dulce.

El problema se vuelve mayúsculo porque estamos contaminando el agua más rápido de lo que la naturaleza puede reciclar o purificar el agua en los ríos y lagos.

Algo similar ocurre con la energía, ya que el consumo doméstico y comercial de energía es la segunda área de uso de energía que más rápidamente ha crecido, después del transporte; de manera que los hogares consumen el 29% de la energía mundial y, en consecuencia, contribuyen al 21% de las emisiones de CO2 resultantes.

A pesar de que existe una mayor conciencia en los últimos años sobre el uso razonable de la energía, la participación de las energías renovables en el consumo final de energía alcanzó apenas el 17,5% en 2015.

En cuanto al consumo responsable de alimentos, se calcula que cada año un tercio de todos los alimentos producidos, termina pudriéndose en los contenedores de los consumidores y minoristas, o se estropea debido a las malas prácticas del transporte y la cosecha.

2.000 millones de personas en todo el mundo tienen sobrepeso o son obesas, por otra parte, millones de seres humanos pasan hambre cada día. Esto es una contradicción inaceptable.

A ello habría que agregar la degradación de la tierra, la disminución de la fertilidad del suelo, el uso insostenible del agua, la sobrepesca y la degradación del medio marino están disminuyendo la capacidad de la base de recursos naturales para suministrar alimentos.

El sector de la alimentación representa alrededor del 30% del consumo total de energía en el mundo y un 22% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El progreso económico y social de la actualidad ha estado acompañado de una degradación medioambiental, que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende no sólo nuestro desarrollo sino nuestra supervivencia. (O)

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