El origen histórico de los Juegos Olímpicos / Ing. Patricio Chambers M.
Aunque no se sabe con precisión cuándo se iniciaron los juegos olímpicos, los especialistas están de acuerdo que tuvieron su origen en la antigua Grecia hace unos 3.000 años, con la organización de competiciones deportivas en algunas ciudades llevando a cabo una mezcla de deporte, cultura y religión.
Los primeros juegos de los que se tiene constancia se celebraron el año 884 a. de C., pero los resultados más antiguos que se conocen se remontan al año 776 a. de C. Se sabe que los griegos llevaron a la práctica los Juegos Olímpicos en honra de los seres inmortales en el año 776 a. de C.
Su nombre viene de Olimpia, ubicada en el Peloponeso y donde el monarca de Élide concertó con el rey Licurgo de Esparta un pacto que perduraría a lo largo de los siglos: “Olimpia es lugar santo. Quien ose entrar armado en este pasaje será marcado a fuego como sacrílego. Así mismo será impío aquel que, teniendo poder, no vengue delito tan atroz.”
Las olimpiadas mantuvieron su continuidad durante largo tiempo, pero decayeron poco a poco hasta que, en el 393 d.C., Teodosio los prohibiera por ser “anticristianos” pues en la época se consideraba inmoral el culto del físico.
Un aspecto relevante es la tregua que se proclamaba antes, durante y después de los Juegos. Los mensajeros iban de ciudad en ciudad anunciando las fechas de las competiciones y pedían el cese de las guerras para permitir tanto a los atletas como a los espectadores viajar a Olimpia, y su regreso al origen con total seguridad.
La existencia de ese clima de paz era considerado muy importante durante el periodo de competición.
Los jueces locales jugaban un papel importante en los Juegos; ellos seleccionaban a los atletas participantes. También supervisaban que los atletas durmieran en un suelo duro y que cumplieran una dieta austera durante un mes de entrenamiento.
Al final, los que eran aprobados viajaban a la ciudad de Olimpia en una procesión de dos días. Los participantes debían ser libres y de sangre griega, y los esclavos y extranjeros podían asistir, pero solo como espectadores.
Se excluía a todos aquellos que hubiesen cometido crímenes, sacrilegio o violado la tregua y solo podían tomar parte de los Juegos Olímpicos los varones.
Se disputaron 194 Juegos a. de C. y 97 d.C., sin que dejara de celebrarse ninguno hasta su desaparición; hasta entonces solo había sido aplazada una edición, la del año 211, por decreto imperial.
El renacimiento de los Juegos, gracias al aristócrata normando Pierre de Fredi, barón de Coubertin 2.672 años después, aunque no fue posible instaurar la tregua olímpica pues se interrumpieron en tres ocasiones a causa de dos guerras mundiales.
Sin embargo, pocas instituciones humanas pueden siquiera aproximarse remotamente a la antigüedad de los Juegos Olímpicos y que, en su momento tuvieron como paralelo a los juegos culturales donde se cantaba, tocaba música y se recitaba poesía. (O)