Quito, a la deriva por inédita bicefalia en la Alcaldía
Quito,
(EFE).- El politiqueo y los intereses personales han sumido a Quito en una
anómala bicefalia en la que los políticos Jorge Yunda y Santiago Guarderas se
disputan desde hace más de dos meses la titularidad de la Alcaldía, con el
correspondiente daño a la administración del mayor municipio de Ecuador.
Los ancianos de la villa, que han visto pasar mil y un políticos por la Plaza
Grande que alberga la sede ciertamente desentonante de hormigón de la Alcaldía,
en medio de imponentes edificios coloniales y neoclásicos, no recuerdan una
situación como la que se vive desde junio.
«En Quito se han botado presidentes varias veces, pero nunca, nunca, se ha
depuesto a un alcalde», dijo a Efe el concejal opositor Eduardo del Pozo,
del movimiento CREO.
El 3 de junio el alcalde elegido en las urnas en 2019, Yunda, de 56 años, fue
depuesto en una moción por dos tercios del Concejo Municipal, y tras la
pertinente apelación y sentencia judicial, el 20 de julio asumió su
lugarteniente, Guarderas, quien estuvo en funciones hasta el 30, cuando otro
fallo anuló la remoción de su predecesor.
En medio, incesantes procesos judiciales con denuncias de corrupción contra una
jueza, ahora suspendida, por no someterse a sorteo el tribunal.
Desde entonces prosiguen su turno las demandas de uno u otro para aferrarse al
cargo y, lo más desconcertante, con contradictorios pronunciamientos de las
distintas instancias y cortes.
Ahora es la Constitucional la que debe pronunciarse acerca de cuál de los
tribunales tiene potestad para sacar a la capital de Ecuador del callejón sin
salida.
La última y desconcertante situación, propia de opereta, se produjo el 10 de
agosto, fecha patria, cuando un concejal arrojó agua, y después el vaso mismo,
al regidor electo durante una sesión conmemorativa.(I)