¿Tienes migraña? / Kléver Silva Zaldumbide
Junto con la fatiga, el hambre y la sed el dolor de cabeza constituye una de las molestias más frecuentes. Puede constituir un síntoma de enfermedad o ser tan sólo una expresión de tensión de poca importancia relacionado con los incidentes de la vida diaria. Por el tipo de dolor, el paciente rara vez nos da una información útil, ya que la intensidad es relativa y depende si el paciente es vigoroso o quizás neurótico con tendencia a magnificarlo.
Pero existe un dolor tan incapacitante que hasta llegan a decir: “Nadie que no sufra migraña te entenderá” o “Solo quien sufra migraña se solidarizará contigo” pues la famosa migraña no le permite al paciente efectuar su trabajo ni las actividades diarias. La migraña, también llamada jaqueca, se caracteriza por dolores fuertes y palpitantes que generalmente afectan a un solo lado de la cabeza, acompañado de náuseas, vómitos, distorsión de la visión, vértigo e hipersensibilidad a la luz y al ruido. Una migraña clásica es precedida por un aura (aviso), que dura de 5 a 30 minutos antes de empezar el dolor, en la cual la persona tiene visión borrosa, ve luces intermitentes, formas y colores distorsionados, posteriormente el dolor puede durar de 30 minutos hasta varios días. Las hormonas son también un factor, así vemos que el 70 por ciento de los enfermos son mujeres y se sabe que los cambios de los niveles hormonas durante la menstruación y ovulación provocan, a menudo, ataques. Tiene mucha importancia considerar que el dolor de cabeza al igual que muchos de nuestros problemas de salud son multifactoriales, es decir que, para que se produzca, requieren confluir varios factores ya sean, causales, degenerativos, predisponentes, desencadenantes, agravantes, etc. Las condiciones generales de salud de los progenitores, por edad avanzada, sobreesfuerzo de trabajo, alcohol, la salud que nuestros padres tuvieron en el momento de la concepción, la condición física, nutricionales, psico-emocionales de la madre en el embarazo (epigenético), etc. Otro factor es el excesivo trabajo mental, factores nutricionales (no comer lo suficiente, comer demasiado, comer muy rápido, irregularmente o demasiado tarde), excesiva cantidad de café, chocolate, vinagre, sal en la dieta, los químicos de las conservas y carnes ahumadas, entre otras. También afectan otros estímulos desencadenantes o agravantes como los cambios de presión atmosférica, cambios en la altitud, el resplandor solar, el estrés y otros factores emocionales (las cefaleas de “ilusión” que es una reacción hipocondríaca o de tipo depresivo en donde las anormalidades orgánicas son mínimas). Especial importancia tiene el aspecto emocional en el aparecimiento, agravamiento o ataque del dolor de cabeza y muy particularmente la ira, el resentimiento, las preocupaciones, el sobrepensar un determinado problema que se nos presenta en la vida, etc. Lógicamente lo primero es descartar problema orgánico dentro del cráneo. La solución es mandatoriamente multidisciplinaria. La Acupuntura no solamente alivia, sino que es potencialmente curativa. De nuestros últimos 25 años de experiencia hemos probado a la saciedad que tiene capital importancia la Psicoterapia. (O)