Miedo a la soledad / Alejandra Sánchez
Muchas personas tienen un fuerte sentimiento de soledad que les causa malestar y es muy frecuente entre los individuos que acuden a psicoterapia. Existe un creciente miedo a la soledad, que afecta a miles de personas e interfiere en varias áreas de su vida, sobre todo en las relaciones interpersonales, ya que todas sus decisiones se basan en el miedo y no en lo que es mejor para cada uno. Este miedo proviene del rechazo a encontrarnos y escucharnos a nosotros mismos, del temor a perder el control y trae consigo tres pensamientos distorsionados que se repiten con frecuencia:
1. Pensamiento catastrófico: “Nunca encontraré a nadie. Me quedaré solo para siempre”
2. Creencias absolutas del estilo “todo o nada”. Estar solo o sola, significa que nadie me quiere, que no soy válido o válida…”
3. Creencias anticipatorias: “No podré estar sola o solo. Perderé la relación con mis hijos. No sabré encajar entre mis amistades. No sabré qué hacer, no me reconoceré sin estar en familia…»
Estos esquemas de creencias son los principales responsables del miedo a la soledad. Para empezar a transformar este sentimiento, hay que considerar que la soledad es un “concepto subjetivo” que cada persona le da a una determinada experiencia. Por ejemplo, podemos estar rodeados de personas, pero sintiéndonos más solos que nunca, o tal vez, estar completamente solos disfrutando de un café y sintiéndonos más plenos y en calma. Entonces, si el sentimiento de soledad es subjetivo y nosotros somos quienes le atribuimos un significado, por qué no comenzar a elegir un significado que nos proporcione paz mental.
Los seres humanos somos seres sociales, tenemos tendencia a vivir en comunidad y a relacionarnos, por lo tanto, siempre estamos buscando cercanía física y relaciones de calidad. Sin embargo, también necesitamos espacios de soledad, introspección, escucha y observación.
“La soledad es un momento en el que ya no se necesita al otro, tú eres suficiente para ti mismo. Sentirse solo es la soledad mal interpretada, viene de tus experiencias pasadas, de tu mente pasada. Abandona la mente. Entra en tu soledad; obsérvala, saboréala. Entra desde todas las puertas posibles; es el mayor templo que existe.” Osho. (O)