Ausencia ciudadana / Editorial

Editorial

El Ómicron, variante del Covid – 19, sin duda, al ser altamente contagioso, ha ocasionado que las calles del centro ambateño, a partir de las 18:00 horas, tengan, otra vez, poca afluencia de gente, ya que, el miedo ante un contagio, ha vuelto al pensamiento colectivo de las personas, volviendo a un autoconfinamiento. 

   Si bien justamente, expertos en la salud recomiendan no salir y mantener un distanciamiento social, esto afecta directamente a la economía de negocios de tradición, sobre todo, en la avenida Cevallos, si hablamos de espacios gastronómicos que, literalmente, están quebrados al no poder pagar arriendos. 

    Lastimosamente, estamos viviendo una realidad económica negativa, donde la cadena productiva de trabajo ha vuelto a verse afectada por la pandemia, pese a que la vacunación en ciudades avanza por su tercera dosis; esto, para ciertos comerciantes, no garantiza una recuperación total de su negocio.   

   Lo que antes era un espacio físico abarrotado de gente, ahora, se aprecia soledad, tras la reducción de aforos, ya que, ni esta medida, justifica para que un local siga abriendo y trabajar a pérdida, por una baja de oferta y demanda, en cuanto a productos de consumo, sea el ámbito laboral, acorde a lo que aspira el dueño.

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