Amistad sincera… / Andrea Manjarrez Ocaña
Los bellos momentos vividos, colman la vida de felicidad, de sonrisas, de dicha, pero sobre todo de personas maravillosas que hacen de las experiencias recuerdos inolvidables, el sentimiento más puro es el amor y de él se deriva la amistad, aquel sentimiento que crece con sinceridad, confianza, afecto, cariño infinito, donde no existe falsedad, donde no cabe la hipocresía, ni malicia.
La franqueza, el respeto, la diferencia de ideologías, rumbos, y aspiraciones son los valores que crean un complemento entre dos personas, que un día decidieron brindar amistad una a la otra, el apoyo mutuo, la lealtad, también son aquellos ingredientes que preparan la receta mágica y eterna que los une. Los amigos verdaderos superan distancias y adversidades, las personas que están junto a nosotros para reír, para llorar, para disfrutar; que en las buenas y en las malas, en las alegrías y en las penas “ahí están”. Se necesita de muchos detalles y demostraciones de afecto, para que sea duradera e imposible de quebrantar, que luche contra los malos entendidos, los chismes mal intencionados, que de una u otra manera van matando con ese lazo afectivo. Un amigo es el que escucha tu corazón, el que no necesita de una palabra para saber cómo te sientes, tan solo con una mirada sabe que necesitas y en que te puede ayudar, el que se interesa por tu bienestar, celebra tus triunfos y se preocupa por tus angustias.
¿Cómo reconocer a un amigo fiel?, como saber si entregas tu corazón a quien no lo merece, o a quien fingió conocerte y valorarte, cuanta tristeza embarga al darse cuenta que tal vez peso mas la falta de sinceridad, que los buenos momentos fueron olvidados y reemplazados por resentimientos, equivocaciones, orgullo, lejanía innecesaria, barreras, malas interpretaciones, miremos a nuestro alrededor existen personas valiosas que en realidad valen la pena, pero así también podemos equivocarnos, sea como sea siempre que te extiendan una mano brinda. Amistad sincera. (O)