Otra crisis institucional / Paúl Viteri Albán
Desde la semana anterior, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, atraviesa por una de sus peores crisis institucionales, esto en razón de que una persona que en su momento y mediante voto popular fue elegido como “alterno de un consejero”, sorprendentemente hoy trate de tomarse casi por asalto la presidencia de la mencionada función del estado. Hago referencia al abogado Hernán Ulloa, un hombre que públicamente se ha identificado con el movimiento Creo en la provincia del Guayas y por consiguiente ha sido en todo momento cercano a su máximo líder, el Presidente de la República Guillermo Lasso.
No entiendo, como el Presidente Guillermo Lasso, a quien apoyé abiertamente en el último proceso electoral, conjuntamente con el Ministro de Trabajo Patricio Donoso de quien tenía las mejores referencias en la anterior periodo legislativo, hoy se presten, para que una persona que evidentemente es cercana a ellos, trate de entrar por la ventana de la presidencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social; y, peor aún que esto se lo haga a base de ridículas limpias o de las formas que tanto criticó Guillermo Lasso en su momento al ex Presidente Rafael Correa, es decir utilizando a miembros de la Policía Nacional “a cargo del ejecutivo” para que impida el ingreso de la minoría de consejeros a una institución de la que constitucional y legalmente son parte.
Resulta evidente que lo único que consiguieron con lo expuesto el Presidente de la República y el Ministro de Trabajo, es terminar con la poca institucionalidad que le quedaba a la mencionada función del estado, debido a que se pretende justificar que un Sub Secretario del Ministerio de Trabajo avale un golpe a una función del estado, además de que resulta inaudito jurídicamente que el Ministro Donoso, a través del Sub Secretario Guillermo Astudillo “acrediten a funcionarios de elección popular”, como si se tratara de una “organización laboral” y se pretenda registrar dicho nombramiento en el Ministerio de Trabajo.
Entonces, parece que al Presidente Lasso se le olvido en muy poco tiempo que los demócratas no suelen tomar por asalto otras funciones del estado, y también se le olvido que no se puede justificar la mencionada desdicha jurídica con ilegales certificados ministeriales. O peor todavía que se pretenda justificar dicha ilegalidad a través de invitaciones realizadas al fraudulento presidente Ulloa por el mismo tongo de sus panas.
Entonces, resulta indispensable que como ya lo dijo el presidente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos Francesco Tabacchi, usted también Presidente Lasso se desahueve y empiece a gobernar con seriedad, a cumplir con lo que ofreció cambiar en el país en cien minutos, cumpla con su discurso anti impuestos y no los suba; y, especialmente por lo menos en esta ocasión, cumpla con su palabra y le dé algo de valor, actué como el demócrata que dice ser y no como un dictadorzuelo que consigue lo que quiere transgrediendo la ley o instituciones, pero especialmente que jamás olvide Presidente, que su poder y el de sus amigos al igual que el de muchos será efímero, y tarde o temprano al igual que ellos, tendrá que rendir cuentas por todos los actos u omisiones cometidos durante su gobierno. (O)
