Reactivate Ambato con la FFF / John Tello Jara
Desde muy niño recuerdo los desfiles, las comparsas, los carros alegóricos, los bailes en barrios tradicionales de Ambato, la visita de familiares que llegaban de la costa y algunos de Quito, la comida que preparaban en casa era al menos para unas 25 a 30 personas.
Poco a poco fui entendiendo que la elaboración de un carro alegórico concitaba la reunión de algunos profesionales, entre diseñadores, ingenieros civiles, arquitectos, por su puesto maestros soldadores y pintores; además la compra de frutas que servía de adorno, los vestidos de los chicos que salían en las comparsas, eran confeccionados por nuestros sastres o modistas, con tela e insumos nacionales en su mayoría.
Los mercados se encontraban saturados por propios y extraños, deleitándonos con los llapingachos, jugos, el mote, hornado; la cantidad de visitantes aumentaba año tras año y la presencia de taxis y buses no satisfacía la demanda de pasajeros en ese entonces.
Repentinamente las cosas cambiaron, vino esta extraña enfermedad (COVID19), se registraron varios contagiados, algunos fallecidos y, modificó nuestro estilo de vida, incluida la fiesta mayor de los ambateños.
El trabajo “on line” via zoom o en alguna plataforma, las actividades desde casa, el utilizar protocolos de bioseguridad, la mascarilla, lavado de manos, cambió nuestro estilo de vida, pero sin embargo debemos continuar, tenemos que apoyar la economía del país.
Criticados a veces, apoyados en otras, la fiesta de la fruta y de las flores sigue con su trayectoria, esta vez con programas que continúan resaltando la presencia del altivo ambateño que ante el desastre natural del 5 de agosto del 49 no hizo más que ratificar el arduo trabajo, creativo, bondadoso, para forjar la estirpe de nuestra gran ciudad.
Hoy más que nunca, apoyemos la producción local, consumamos lo nuestro ya sea en productos o servicios, utilicemos mano de obra de nuestro terruño, evitemos que el dinero salga de la ciudad; tenemos algunas ferias que presentarán productos elaborados con la destreza de nuestros artesanos, comprémosles, si queremos hacer un regalo, acudamos al vecino, familiar o amigo que está emprendiendo algo. (O)