Más de diez horas para controlar el fuego
Un manto negro y sin vida quedó como resultado de más de diez horas de fuego que consumieron siete hectáreas de vegetación seca, en las montañas de San Vicente y José María en Quillán Alto y Quillán Las Playas.
El incendio forestal se reportó a las 12:45 horas del lunes 21 de febrero y pudo se apagado en un 95 % a la medianoche. Sin embargo, ayer, los bomberos recorrían la zona desde la mañana para controlar algún nuevo foco.
Los capitanes Jaime Morales y Freddy Ledesma dirigieron el operativo que les demandó más esfuerzo que el normal, ya que los ‘casacas rojas’ tuvieron que subir la montaña para lograr apagar el incendio.
En el trabajo estuvieron al menos 20 bomberos y cinco unidades de cuatro compañías. El subjefe del Cuerpo de Bomberos, mayor Mauricio Bedón, mencionó que la topografía con pendientes y llanos volvía inaccesible el ingreso de las motobombas a la parte alta de la montaña, por lo cual gran parte del trabajo se lo realizo deforma manual con la ayuda de material de zapa (bate fuegos, palas, pulaski, machetes).
Pero los fuertes vientos, propios de la temporada seca, dificultaban la tarea de control, porque las llamas encendían con facilidad.
Los agricultores que tienen cultivos y viveros en la zona cercana donde fue el incendio, se mostraron agradecidos ya que temían que el fuego alcance la producción.
Las autoridades de la parroquia están preocupadas por los incendios forestales. En el 2021, el sector de Quillán también fue afectado y por eso solicitaron capacitaciones sobre prevención y alerta temprana de incendios forestales, para que los moradores puedan actuar de forma rápida y efectiva ante una emergencia.
El Código Integral Penal (COIP), en su artículo 246, señala:” que la persona que provoque directa o indirectamente un incendio o instigue la comisión de tales actos, en bosques nativos o plantados o páramos, será sancionado con una pena privativa de libertad de 1 a tres años. (I)