Atención al turista / Luis Alfredo Silva Zambrano
Estamos en La Fiesta de la Fruta y de las Flores, todos debemos prepararnos para recibir a los turistas, que vendrán a nuesta ciudad, especialmente, personas que se dedican al transporte, alojamiento, alimentación, recreación, servicio y más.
Turista es un visitante temporal, que permanece más de veinte y cuatro horas, en el lugar visitado, con el fin de pasar vacaciones, descansar, estudiar, deportivos, y realizar otras actividades.
«La cualidad, manera de ser de una persona, que debemos tener todos para recibir a los turistas; es la cortesía. La que se define como la «Demostración o acto con que se manifiesta atención, respeto o afecto». Es decir, nosotros como anfitriones debemos ser amables, considerados y cariñosos con todos los visitantes.
La forma de atender es lo primero que impresiona, a quienes vengan a nuestra ciudad. Debemos respetar a los turistas y proyectar una enorme confianza, para que tengan seguridad en el servicio que brindamos.
Lo más conveniente, para la toma de decisiones de los turistas, sobre transporte, alojamiento, alimentción y compras en general, es el calor humano, el que debemos poner de nuestra parte en toda ocasión de servicio. La eficiencia en el compromiso y la gentileza nuestra, son detalles que aprecia el viajero.
Si el turista es bien atendido, posteriormente comentará de el buen trato y se convertirá inevitablemente en el mejor elemento de la campaña publicitaria de su negocio. Recomendará visitar el lugar donde se atiende con esmero y se da una atención personalizada.
Atender al turista no es solamente satisfacer preguntas, contestar interrogantes, sino involucrarse verdaderamente en la atención al turista en el hotel, restaurante, taxi, almacén, cafetería, mercado, bar, discoteca o cualquier lugar de atención al público.
Todos los turistas desean recibir un buen servicio; en el taxi, que se cómodo, limpio y el conductor atienda con educación y cortesía; en el hotel, que la habitación sea confortable y el menaje absolutamente limpio; en el resturante, que el menú tenga ingredientes frescos y bien preparado; y sobre todo, que no se altere los precios de sus servicios.
Si así procedemos, el turista regresará en cualquier momento y retornará a su tierra comentando de la cordialidad y la nobleza de su gente». (O)