Vitamina C / Mauricio Calle Naranjo
La vitamina C o ácido ascórbico ha tomado relevancia en la época de pandemia ya que se la considera como un remedio casero a fin de evitar el resfriado común, también es una vitamina que el cuerpo no la produce y en consecuencia es menester incluirla en la dieta. Se encuentra principalmente en productos de origen vegetal; los cereales, al igual que las carnes y los pescados y sus derivados, no la contienen. Por esta razón Salvador Badui, aconseja “el consumo diario de frutas y verduras frescas que aportan la vitamina C requerida diariamente, ya que, al ser hidrosoluble, el hombre la almacena escasamente, por ejemplo, el jugo de 1 o 2 naranjas contiene aproximadamente 80 mg de ácido ascórbico, suficiente para satisfacer las necesidades de 50-60 mg diarios”.
Se conoce que es necesaria con el objetivo de producir tejido conectivo colágena, para la formación de los huesos, de la dentina de los dientes, de los cartílagos y de las paredes de los capilares sanguíneos. Además, es importante para la absorción de hierro por lo que es fundamental en la dieta de los pueblos que basan su alimentación en granos y semillas como es el caso de Ecuador.
En nuestro país la mayoría de las personas piensan que la vitamina C solo se encuentran en el zumo de naranja u otros cítricos. La verdad es que la vitamina C también la podemos encontrar en colecitas de bruselas, col, zanahorias, coliflor, apio, pepino, pimiento verde, grosellas, toronja, jugo de limón, mango, melón, siendo el pimiento verde y las grosellas negras las que más contenido de vitamina C poseen: 100 mg y 200 mg por cada 100 g de alimento respectivamente.
Es recomendable incluir alimentos ricos en vitamina C en la alimentación diaria, ya que la ciencia ha demostrado que la deficiencia de ésta, puede causar escorbuto que vuelve al individuo muy susceptible de contraer diversas infecciones.