Te lo dije / Paúl Viteri Albán
Exactamente hace algo menos de un año, el brazo político del movimiento indígena de nuestro país tomaba el control por primera vez de la Asamblea Nacional, a través de una de sus representantes Guadalupe Llori, esto después de una agitada sesión y de un acuerdo entre el partido creo del presidente Guillermo Lasso, pachacutik y la izquierda democrática, a mas de los siempre cotizados independientes, dejando al PSC los pares ideológicos del gobierno sin un puesto en el Consejo de Administración Legislativo; y esto, a pesar de haber sido parte de la alianza que llevo al presidente Lasso al poder.
Hasta hoy recuerdo como los ex amigos entre aplausos y voces de alegría celebraban el triunfo de la señora Llori; y, también recuerdo como muchos anticipábamos el desastre político por el que hoy atraviesa la principal función del estado, en primer lugar por cuanto para nadie era un acertijo el imaginar cómo sería desde ese momento en adelante el manejo de la Asamblea, así también, porque si el presidente Lasso, había traicionado al único movimiento o partido con quien tenía coincidencias ideológicas… ¿Quién podría asegurar que los siguientes en traicionar el señor Lasso, no serían quienes en ese momento eran sus amigos?
Solo basto que estos ex amigos del gobierno no votaran conjuntamente con él, durante el tratamiento de la ley de inversiones para que el primer mandatario arremeta contra varios Asambleístas de Pachacutik, incluido su representante en Tungurahua, como también su asesor, acusándolos de solicitar contratos y dinero en efectivo para apoyar dicho proyecto de ley, además de acusar al ex candidato presidencial y máximo líder de la izquierda democrática Xavier Hervas, de solicitar favores ante el Servicio de Rentas Internas, para dar paso a tan importante y necesario proyecto de ley.
Hoy tenemos más claro el panorama y por lo menos existe la seguridad, de que a la señora Llori como Presidenta de la Asamblea le queda poco tiempo, debido a que el presidente Lasso por lo visto se cansó de defenderla, y a pesar de que dicha defensa, estaba llevando a la mencionada función del estado a un abismo sin salida, del que incluso le será muy difícil salir, porque la verdad no salen de una para entrar en otra; y, un claro ejemplo es la negociación de un viceministerio por parte del señor Ripalda, cercano al Asambleísta Chumpi, con algún comedido y desinteresado inversionista, claro donde también llevaban una buena tajada gente que forma parte del gobierno.
En fin, ya va siendo hora de que las cosas se arreglen en la Asamblea Nacional, por el bien de todos, especialmente porque si nuevamente se vuelven a equivocar, en la elección de sus autoridades, medio feo ha de ser… Que todo el tiempo te repitan. ¡Te lo dije!