La pareja en la transición del “nido vacío” / Alejandra Sánchez Torres
Varios estudios han demostrado que la satisfacción marital disminuye con la llegada de los hijos y que, por otro lado, la transición de la etapa del nido vacío (cuando ya todos los hijos han abandonado el hogar) resulta positivo. Generalmente, se vive esta etapa como una nueva oportunidad de realizar las actividades e intereses de pareja que se han dejado atrás debido a los hijos y las responsabilidades que esto conlleva.
No obstante, en ciertas sociedades sobre todo de países en los cuales la familia tiene un gran significado como es en Ecuador, se ha visto que cuando llega la etapa de nido vacío, puede darse una crisis, puesto que es un momento de vulnerabilidad para la pareja. Se ha observado que afecta psicológicamente más a las mujeres ya que está asociado a la pérdida del rol de madre.
Además, se puede presentar una crisis en la pareja, cuando el matrimonio se mantiene por los hijos; durante mucho tiempo pueden haber existido conflictos y haber vivido en una relación insatisfactoria, y con su partida deben reasumir su rol de pareja, lo que lleva a enfrentar los problemas que antes no fueron tomados en cuenta. Por lo tanto, se ha visto que varias parejas que enfrentan la crisis del “nido vacío” acuden a terapia de pareja o individual que puede ayudar a superar problemas que están afectando la relación y permitir que los individuos asuman esta nueva etapa, expresen sentimientos y emociones. Es importante tomar en cuenta que la terapia se debe orientar hacia un tratamiento global de la pareja y no se debe centrar únicamente en el aspecto de la crisis del nido vacío.
Por otra parte, un paso importante en la terapia es que los miembros de la pareja acepten el hecho de que sus hijos han partido y se adapten a este cambio. Igualmente, se busca que la pareja se redescubra, aprenda a comunicarse, retome momentos íntimos, reviva la sexualidad, busque y retome actividades de interés común. El objetivo de la terapia es buscar nuevos mecanismos en la dinámica que sean más eficaces que los que han utilizado hasta el momento, asumiéndolos y adaptándolos a la nueva realidad de la familia.