CÓMO LA INFANCIA INFLUYE EN NUESTRA VIDA DE ADULTO. / Aracely Silva Cadmen

Columnistas, Opinión

Aunque seamos adultos, aún conservamos dentro de nosotros un niño que ha sufrido miedos, o inseguridades, y si esos traumas que no se han superado, seguirán afectándonos en nuestra vida adulta; pues hay experiencias que nuestra mente consciente tratando de protegernos, ha borrado de nuestros recuerdos, aunque estos siguen presentes y nos hacen daño.

Como sabemos en los primeros años de vida tiene lugar el aprendizaje emocional, siendo un papel primordial el ambiente en el que se desarrolla el niño. Recordemos los pequeños son como esponjas ellos absorben todo lo que miran a su alrededor, sin discernir si es bueno o malo, teniendo la facilidad para memorizar y asumir ciertos comportamientos que han visto en su entorno.

Varios estudios demuestran que muchos rasgos del comportamiento de un adulto están influidos por situaciones vividas durante la infancia, sean estas situaciones duras o traumáticas en los primeros años de vida; aunque también ocurre lo contrario, ya que un buen entorno familiar es el clima propicio para un buen desarrollo biopsicosocial infantil.

Como padres podemos estar motivando niños que no sean capaces de desarrollarse y convivir en armonía en una sociedad, si le das todo a un niño y no le dejas que resuelva sus problemas, probablemente éste sea dependiente;  a un niño que se lo castiga o está  expuesto a imágenes de violencia podría ser agresivos;  pequeños que sufran de maltrato tendrán tendencia a la depresión;  un niño que crezca en medio de la violencia y el abandono tiene altas probabilidades de repetir el patrón;  si se ha sufrido maltrato escolar, hay más posibilidades de tener una vida menos funcional tienden a tener un mundo más pequeño y no son capaces de sentirse bien sin el apoyo de su familia,  amigos o entorno;  un niño que tuvo que asumir el cuidado de sus hermanos, hoy es un adulto tan autosuficiente, pero con él problema de que no acepta ayuda de otras personas.

Como padres es obligación prestar atención a nuestros hijos en temas de salud física o la educación, pero también enfoquémonos en el aspecto psicológico y emocional y no ignoremos los aspectos mentales. Por eso es que en cada estimulo debe haber equilibrio y el mensaje adecuado, lo cierto es que en la niñez se construyen las bases que edifican la adultez y por eso los padres y familiares debemos proteger a nuestros pequeños.

Escuchar a tu hijo y tratar de entender sus acciones y palabras te puede revelar mucho acerca de sus sentimientos; es importante que tu hijo tenga espacios para expresarse sobre lo que le molesta, pero para esto debes estar bien abierta y escuchar con atención;  prepárate a interpretar todo de forma objetiva; darle espacios para hablar libremente te permitirá saber cosas que ignorabas;  siempre escucha a tu hijo cuando él dice que algo no está bien estemos alertas ellos pueden estar pidiendo ayuda a  agritos .  “ Sé el adulto que necesitabas cuando eras niño”.

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