La Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura / Alejandra Sánchez Psicóloga Clínica

Columnistas, Opinión

Los seres humanos estamos en constante aprendizaje, puesto que somos seres sociales y aprendemos cada momento por medio de la interacción con otros individuos y de nuestra propia cognición. Gracias al aprendizaje, las sociedades se han ido desarrollando, sin embargo, el conocimiento queda obsoleto rápidamente, lo cual, hace necesario que aprender sea una actividad permanente.

Cada individuo posee diferentes habilidades y formas de aprendizaje. La teoría socio- cognitiva de Albert Bandura, se centra en que el aprendizaje está basado en la observación, imitación y modelado; es decir, las personas aprendemos unas de otras, por medio de la observación del comportamiento de los demás, así como de sus consecuencias. Las personas podemos aprender muchas cosas solo con el hecho de observar a alguien más haciéndolo. Los seres humanos observamos e imitamos según nos desenvolvemos en un medio social concreto y a su vez disponemos de determinados estados mentales que propician o dificultan el aprendizaje.

Otro punto importante que toman en cuenta los teóricos socio-cognitivos es la auto eficacia, es decir, la perspectiva que tiene cada individuo acerca de su capacidad para desarrollar con éxito la conducta deseada. La auto eficacia tiene gran influencia en la elección de actividades, ya que las personas  tendemos a elegir tareas y actividades  en las que creemos que vamos a tener éxito y rechazamos las que consideramos que podemos fracasar.

Para entender un poco más la manera en que adquirimos conocimientos y generamos conductas, el aprendizaje es un conjunto entre lo que observamos en el exterior y nuestros procesos internos, y donde a su vez, también nosotros servimos de modelo para otras personas de nuestro entorno, muchas veces sin darnos cuenta.

En definitiva, Bandura utiliza su teoría para mostrar que somos “aprendices y maestros” constantemente y que gracias a nuestra capacidad cognitiva de vernos a nosotros mismos en la conducta de los demás podemos decidir qué funciona y qué no funciona en nuestra vida.

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