Viven y trabajan atemorizados por la delincuencia
Circular por el pasaje Marieta de Veintimilla situado en el entorno del Mercado Central, resulta temeroso, ya que la presencia de libadores, indigentes, meretrices y sus acompañantes mantienen vigilada la zona para buscar a sus víctimas, según el criterio de varias comerciantes y propietarios de viviendas.
El sector ha ganado mala fama a raíz de la presencia y ubicación de hostales, residenciales y más con la muerte violenta de un individuo, ocurrida el pasado siete de junio.
Todos estos antecedentes generan malestar, preocupación y temor en quienes deben abrir diariamente sus negocios y trabajar con el miedo latente.
“Ahora no sabemos si son clientes o son sicarios. Lo que necesitamos es permanencia continua de la Policía Nacional. Las ventas sí se han reducida luego de la muerte de un sujeto. Queremos ayuda y protección”, contó Magaly Ch. comerciante.
En la zona trabajan los vigilantes seguros que fueron capacitados por la Policía Nacional para ayudar con la seguridad, especialmente evitando el robo de accesorios de vehículos; sin embargo, ellos tampoco quieren decir nada, por temor, ya que constantemente serían amenazados.
Cerca de la zona permanece la Unidad de Policía Comunitaria, pero según Rosario O., comerciante, esto no ayuda en nada, ya que a toda hora hay inseguridad.
“Las autoridades deberían sacar de la zona a las hostales y residenciales desde donde se generan situación conflictivas. Hay que poner mano dura si se quiere conseguir la calma y paz en la zona”, explicó.
Los comerciantes aclararon que evitan entregar sus apellidos por temor a represalias, ya que hay delincuentes que suelen rondar sus puestos de comercio y causar daño.
Hay que recordar que las tres últimas semanas se han registrado robos, asaltos y muertes en la zona y los alrededores de la misma. (I)