URGE LA RECONCILIACIÓN NACIONAL / John Tello Jara
Parece una pesadilla lo que pasa en Ecuador, apenas estamos terminando la pandemia del COVID-19, se ha logrado hasta el momento un exitoso plan de vacunación y era momento de la reactivación económica, pero parece que se aplazará este cometido debido a la convulsionada situación por la que estamos atravesando.
Es cierto que deben reajustarse ciertas políticas, especialmente en seguridad, debido al alto grado de criminalidad, narcotráfico y sicariato, fenómenos nunca existidos en nuestra patria; el control de motorizados debe extenderse, porque es el medio más utilizado para delinquir, considero que las fuerzas armadas deben coordinar acciones para el control de la seguridad.
Los medios no justifican de ninguna manera los fines, me sorprendí al ver que habían arrojado “aceite” al río Alajua, el cual abastece a la planta procesadora de Tilulum de agua para el centro de la ciudad de Ambato, acto reprochable por toda la ciudadanía y esperamos una investigación por parte de fiscalía para dar con los culpables de este acto delincuencial.
Llamar a la cordura y al diálogo a las partes es el clamor de todo ecuatoriano, solo queremos leyes que nos permitan trabajar dignamente, un marco jurídico apropiado para crear y fortalecer empresas, tasas de interés acorde a un sistema dolarizado, apoyo a los agricultores para evitar tanto intermediario que empobrece a los productores, en fin, pedidos justos para combatir la pobreza.
En estos momentos, llamar al diálogo me parece sensato, pero nunca hacerlo de manera grotesca atacando bienes, destruyendo la propiedad privada o peor aún, asesinándonos entre ecuatorianos, delatemos a los infiltrados que son quienes quieren el caos con fines protervos; recordemos que somos un solo pueblo, una sola raza, somos hermanos ecuatorianos.