Recesión a la vista / Esteban Torres Cobo
Lejos queda la idea de que la economía mundial se recuperará luego de la pandemia. Por el contrario, voces mayoritarias alertan sobre una nueva recesión. Además, la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de mantener las tasas de interés altas y no bajarlas según varios expertos responde a que la prioridad es contener la inflación en la primera potencia del mundo sin importar si esto acarrea una recesión. Estos momentos los estadounidenses destinan sus recursos principalmente a alimentos y combustible por lo que han dejado de gastar significativamente en otros rubros.
La globalización, adicionalmente, conecta a todos los países en sus éxitos y fracasos y eso tampoco camina bien. El reciente default de la deuda de Sri Lanka, la preocupación por Ghana, Bangladesh y Pakistán ha hecho que muchos inversionistas en deuda pública regresen a los bonos del Tesoro norteamericano como mejor forma de protegerse ante riesgos de economías emergentes, donde también podríamos contar al Ecuador. Y la más grande de todos, la china, camina más lento que de costumbre y sufre la quiebra de la empresa inmobiliaria más grande del mundo: Evergrande.
Ahora bien, no todo está mal y eso podría modificar algo el pesimismo que se vive en ciertos mercados financieros. Algunas economías han reaccionado muy bien a la pandemia y a la guerra en Ucrania. Brasil, por ejemplo. Y ciertos síntomas de los consumidores no cuadran con una recesión como la cantidad impresionante de viajes turísticos en todo el mundo y los boyantes mercados inmobiliarios en grandes capitales. La guerra en Ucrania abre paso para que se vuelvan a comerciar los cereales en esa zona y la dependencia europea de Rusia provocó que el diálogo entre potencias sea inevitable, aunque con recelo a Putin.