Recesión mundial ¿si o no? / Mauricio Calle Naranjo
Expertos economistas avizoran en corto plazo una recesión mundial ocasionada por diferentes factores, varios de los cuales tenemos la guerra entre Rusia y Ucrania, la escasez de trabajadores en Estados Unidos y el Reino Unido, la tensión de China y EE.UU. por Taiwán, la contracción económica de China debido a la política de Covid cero que impuso el gobierno, la subida del dólar en intento para frenar la inflación que atraviesa EE.UU., la paridad del euro y el dólar como efecto de la amenaza de un corte de suministro de gas ruso, y otras decisiones económicas, apuntan a escenarios catastróficos, que acumulados explotarán en una recesión internacional.
¿Qué debemos hacer?, ¿cómo Latinoamérica y Ecuador deben prepararse con el objetivo de no sufrir los estragos de un fenómeno económico global? Es lamentable que no existan estrategias y que al final cuando empiecen los efectos de la recesión, en vez de crear soluciones lo transformarán en un show político local. Actualmente América del Sur, brinda más importancia a la geopolítica, ya que en varios países como Colombia aún tienen inestabilidad al desconocer las decisiones que tomará su nuevo presidente izquierdista Gustavo Petro. También existe un desconcierto en Brasil sobre quien ganará la contienda entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el expresidente de izquierda Lula da Silva. Y en Ecuador poco a poco la economía se recupera luego del paro de 18 días convocado por la CONAIE y sectores populares. Sin embargo, aún se vive en un limbo político porque existe una pugna de poderes del legislativo contra el ejecutivo.
Concluyendo, quienes deberían preocuparse y hacer su trabajo creando y dirigiendo estrategias, se encuentran preocupados de cuál grupo económico disfrazado de ideología política, llegará a tener el poder. Mientras tanto el tiempo pasa, y muy pronto las consecuencias de una recesión mundial embestirán a los países más pobres y en vías de desarrollo. La ciudadanía deberá prepararse y promover alternativas a fin de disminuir el fuerte impacto que tendrá la economía en cada hogar.