EL PREMIO OSCAR DE LA EDUCACION / Ec. Diego Proaño Córdova
Para emular el contexto de lo que significa recibir un premio Oscar que se entrega a quienes se destacan en las artes y las ciencias cinematográficas, se puede decir que a nivel nacional recibir la Condecoración Asamblea Nacional de la Republica del Ecuador Dr. Vicente Rocafuerte al merito educativo y cultural, es nada mas y nada menos que el OSCAR al esfuerzo y sacrifico de décadas de aportes importantes científicos, empresariales, académicos y sociales al país, mas aun si ese galardón lo entrega el primer poder (función) del Estado Ecuatoriano y mucho mas si para acceder a este galardón se debe pasar por una serie de filtros muy exigentes hasta tener la aprobación de la comisión que califica los méritos del aspirante y se emita el acuerdo suscrito por el Presidente de la Asamblea Nacional y el Secretario que certifica.
Gracias al trabajo fecundo, ético, moral, científico, técnico, responsable y con sentido social, por más de tres décadas a nivel nacional e internacional, fui merecedor a esta condecoración. Que mejor recibirla en el terruño donde día a día se escribe la historia, por ello había pedido no se efectúe en el Salón Auditorio José Mejía Lequerica en la ciudad de Quito en la sede de la Asamblea, donde habitualmente se realiza estas galas, la entrega del acuerdo y la medalla se desarrollo en el aula magna de la emblemática y prestigiosa Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Ambato, frente a mi gente, mis autoridades de la provincia y ciudad, de la universidad, mi hermosa familia, empresarios de prestigio, presidente de las cámaras de la producción, académicos, periodistas, profesores, estudiantes, invitados especiales, amigos entrañables.
Resumiendo, el porqué de la medalla, la Asamblea Nacional del Ecuador, observo mi participación académica en mas de una decena y media de centros de educación superior a nivel nacional y exterior impartiendo clase de grado, posgrado, como conferencista, ponente, en coloquios, dictando módulos o participando en charlas y mesas redondas en América Latina, Estados Unidos y Europa. Por haber dejado una impronta importante en el sistema financiero nacional como funcionario, asesor o consultor en Quito y Ambato. Por haber participado activamente por más de dos décadas a través de agencias de desarrollo internacionales de prestigio de Alemania, Bélgica, España, Suiza, Estados Unidos y Ecuador, por haber dejado un legado en el comercio internacional en Quito, Guayaquil y Manta, así como hacer permanentemente opinión económica, financiera, social y política técnica, independiente e imparcial en medios escritos, virtuales o televisivos en el país y exterior.
Por todo aquello recibo con la humildad de siempre la condecoración, eso si con más bríos y compromiso por seguir dejando secuelas de calidad, solidaridad y deseos de mejores días para todos. El premio que me embistió la Asamblea Nacional, ganado a pulso, mucho esfuerzo, trabajo y lealtad, le dedico a mi familia, amigos, a todos quienes sumaron y suman en mi vida, a la gente de Ambato y Tungurahua, esto es por y para ustedes.