Frenar agresiones de toda índole
María L., puso fin al círculo de maltrato después de 40 años de estar conviviendo con su marido. A sus 60 años de edad, el cónyuge la golpeó con una silla en la cabeza, después de llegar borracho a la casa en el sector de Letamendi.
Aseguró que se armó de valor y decidió poner fin a las más de cuatro décadas de agresiones de todo tipo. Denunció a su pareja de 63 años de edad quien quedó detenido
Para la psicóloga Doménica Cóndor, ese primer paso de reconocer que se es víctima de violencia es complicado para la afectada, pero ahí es cuando requiere de la ayuda de todos sus seres queridos.
La activista Maritza Gamboa, presidenta del Colectivo Ana de Peralta, sostuvo que la violencia intrafamiliar y de género ha estado siempre presente en el país, pero desde 1990 las organizaciones sociales empezaron a exigir tener una ley que visibilice el tema.
“Hace 27 años se logró aprobar la Ley 103; sin embargo, aún las mujeres seguimos siendo parte de los datos estadísticos del Estado. La violencia como tipo de salud pública no se debe ocultar y el Estado es el encargado de proteger a las mujeres violentadas”, sostuvo.
La violencia psicológica, física y sexual es la que más se denuncia, pero la patrimonial, económica, política y ginecoobstetra aún no se contextualiza, mencionó Gamboa.
Hizo el llamado a no romantizar la violencia y que desde el primer grito, celos o señal de agresión deben buscar ayuda. “Hay que romper esos mitos que las mujeres se deben portar bien para evitar que las dejen o que los asuntos familiares se arreglan en secreto. Desde 1988 que se crearon las comisarías de la mujer no se han roto paradigmas. La violencia intrafamiliar nos corresponde a toda la sociedad, no se pueden callar si observa o es víctima de alguna agresión, porque se convertiría en cómplice hasta de un posible femicidio ”, exhortó la activista.
En el país cada 28 horas una mujer es asesinada. En este año se han registrado 206 femicidio. En Tungurahua no habido y se debe porque las organizaciones y autoridades mantienen un trabajo permanente para que las mujeres y hombres rompan el círculo de la violencia, dijo la activista. “El Estado debe invertir para controlar o erradicar la violencia intrafamiliar y de género”, añadió Gamboa. (I)