ALMAS GEMELAS / Dr. Guillermo Bastidas Tello
La conexión profunda entre dos almas, espíritus, afectos hace que se derrumbe todo lo tóxico, que no es verdadero ni necesario para el corazón, el cerebro ni la vida en armonía. No se mide la grandeza de un amor en términos de tiempo, sino en la transformación que produce.
Estimado lector Mantén en mente estos signos y sabrás cuándo ya has encontrado a tu alma gemela.
Tienes una percepción y visión intensa de lo que tú alma necesita.
Son mejores los mejores amigos, sin limitaciones.
Hay respeto, solidaridad mutua.
Tienen las dos almas una visión del futuro muy parecida y planes para el futuro.
Se desafían, se corrigen, se aconsejan uno a otro.
Luchan por la relación, nunca se abandonan, ni se dicen adiós.
Pueden estar separados, sin embargo, prefieren estar juntos.
Entendemos por alma gemela a alguien con quien tenemos una conexión sentimental, mucho más que amor y cariño que va mucho más allá de lo físico o egoísta. Se trata de una persona única que nos complementa a nivel espiritual, intelectual, material y sexual, alguien que nos llena totalmente convirtiéndonos en seres plenos, completos y dichosos. Siempre nos necesitamos y estamos prestos para acudir en su ayuda cuando nos necesita.
Un alma gemela es una persona con la que sientes una afinidad profunda y empatía gratificante, especialmente en un sentido “amoroso”, pero prevalece la amistad sincera. El concepto del alma gemela nace debido a una búsqueda incesante y permanente de alguien que llenase el vacío que ha sentido desde tiempos pasados.
La cultura popular ha definido varias características que definen y que identifican el encuentro con un alma gemela: Por ejemplo, cuando no necesitan de palabras para entenderse. Cuando la atracción física y magnetismo es inevitable. Cuando encuentras a alguien que al pasar por desafíos y momentos difíciles en la vida te enseña a fortalecerte y a ser tú mismo.
La intimidad está por demás, cuando dos almas logran tocarse, cuando se atraviesa el cuerpo y se conecta con lo más profundo de la otra persona. A partir de ese momento, las caricias dejarán de dirigirse hacia el cuerpo del otro para enfocarse en los aspectos de su personalidad y espiritualidad, el contacto de las almas gemelas no es necesariamente físico, es un amor que rebasa los límites de lo carnal.