Se salvaron de la ortiga y agua helada
Tres mujeres ya conocidas en la parroquia Santa Rosa llegaron hasta un supermercado de la zona para hacer de las suyas, sin pensar que eran observadas.
Las mujeres fueron sorprendidas por la propietaria del negocio, quien les pidió cancelar por lo que se habían sustraído, caso contrario iban a ser presentadas y entregadas a los cabildos para que se les aplique la justicia indígena.
Las maleantes al verse acorraladas, prefirieron cancelar los 150 dólares que eran requeridos por la propietaria del negocio y evitarse algún castigo o escarmiento.
Al lugar acudió la Policía Nacional para conocer la novedad, donde se verificó que la propietaria perjudicada ya no iba a poner ninguna denuncia, ya que el daño había sido reparado con la entrega del dinero. (I)