EDITORIAL / S.O.S Esmeraldas
Las noticias e imágenes que nos llegan desde la ciudad de Esmeraldas son desalentadoras y escalofriantes. Una Provincia abandonada por el Gobierno a su suerte, con carencias de elementales servicios básicos como agua potable, recolección de basura, saneamiento ambiental, que incrementan día a día los problemas de salud de sus habitantes y con serias carencias de atención médica en hospitales públicos y medicinas.
Pero el mayor problema que afronta la Provincia verde y la Ciudad de Esmeraldas es la delincuencia organizada, que se ha tomado el control de la ciudad, a vista y paciencia de las autoridades seccionales y nacionales que se han declaro impotentes para controlar y prevenir los actos delictivos que día a día se reportan.
El jefe de la Policía de Esmeraldas ha informado que existen mil trescientos delincuentes pertenecientes a la banda denominada Tiguerones en la cárcel regional y tres mil más libres por la ciudad y provincia. A esta banda organizada se le atribuye,cometer a diario, los delitos de extorción, asesinatos, robos y balaceras que han dejado como resultado, desde inicios de este año, más de 500 muertes violentas relacionadas con el crimen organizado y el narcotráfico.
Este auge delincuencial incontrolable está afectando gravemente la economía de la Provincia que tradicionalmente se ha nutrido de la agricultura, la pesca y especialmente el turismo a sus pueblos y playas paradisiacas. Nada bien le hace al sector turístico y productivo de la provincia enterarse que Esmeraldas es la provincia con la mayor tasa de criminalidad en el país, superando a Guayas y Manabí.
Nos unimos al angustioso llamado que realizan los ciudadanos, el periodismo y los sectores productivos esmeraldeños para que las Gobierno Nacional tome acciones urgentes en busca de restablecer la paz y el orden en esta querida Provincia.